martes, 20 de octubre de 2009

Democratizar y desburocratizar los partidos

Lo dijimos antes: sólo el 38% de los electores votó a favor de la reelección indefinida o ilimitada de los actuales gobernantes. ¿Son todos chavistas? No, desde luego. Para saber cuántos son chavistas de verdad habría que deducir a las víctimas de la violencia moral, quienes votaron por miedo a perder el cargo, la pensión o el subsidio. Y restar además el fraude electoral, con todas sus modalidades: el voto de extranjeros (sobre todo colombianos y cubanos), el de los doble-cedulados, el de los fallecidos a quienes hacen votar desde ultratumba y los votos suplantados de los que se habían abstenido para las 4 de la tarde.
Para resolver el enigma nos puede servir de referencia la votación en las elecciones parlamentarias de 2005 cuando toda la oposición se abstuvo. Entonces concurrieron a votar no más del 25%. Esta sería, a falta de otros datos, la fuerza electoral del chavismo. Ante este hecho, debemos preguntarnos: ¿cómo es posible que uno de cada cuatro venezolanos arree a foete limpio a los otros tres y los lleve nariceados, como el ganado, hacia la dictadura castro-comunista? Son varias las causas. He aquí una.
La oposición no es democrática
Los partidos de oposición son débiles. Los viejos porque fueron satanizados y apenas comienzan a recuperarse. Los nuevos porque no son democráticos. Son tan autocráticos como el partido de gobierno. En ellos manda el dueño del partido, que lo maneja como su propiedad privada. No tienen una dirección colectiva que delibere y actúe como tal. No celebran elecciones primarias o de base para elegirla. No celebran convenciones periódicas en las cuales se debatan doctrina, programa y estrategia y con tal motivo se enfrenten alas y tendencias que le den vida. No hay en ellos corriente crítica ni practican la autocrítica. No hay dirigentes con luz propia. No adoctrinan ni forman sus cuadros medios, para que a su vez lo hagan con su militancia.
Son partidos personalistas que sirven de maquinaria electoral a su dueño, con quien está prohibido competir. En verdad sólo existen para participar en elecciones. Para nada más. Desde luego, partidos así no son atractivos para la inmensa masa de independientes, ni para ningún ser pensante, quienes no votan por ellos sino contra Chávez.

lunes, 19 de octubre de 2009

El vil negocio del arrendamiento de curanderos cubanos

La izquierda que yo conocí era profunda y radicalmente nacionalista. Llegada al poder esa izquierda resultó vende-patria. Es vende-patria, usando su misma terminología, porque le ha entregado la dirección de la política interna y exterior a un gobernante extranjero, como lo es Fidel Castro.
La izquierda que yo conocí enaltecía y defendía a los profesionales universitarios, velando por su mercado de trabajo. Llegada al poder esa izquierda ha demostrado ser una impostora, porque ahora injuria a los profesionales, como los médicos venezolanos, a quienes desprecian prefiriendo a curanderos cubanos, que lo son porque ejercen sin presentar título, ni hacer reválida, ni inscribirse en el colegio.
La izquierda que yo conocí estaba del lado de los trabajadores, denunciando cualquier forma de explotación. Llegada al poder esa izquierda ha instituido la trata de personas, concretamente trabajadores, que son mercadeados, como es el caso de los curanderos cubanos.
Jamás pensé que la izquierda venezolana terminaría cayendo tan bajo.
¿No le queda nada de dignidad a la izquierda en el poder?
No podrán negar que el calificativo de vende-patria se ajusta perfectamente a los que han incurrido en la indignidad de delegar en Fidel Castro la adquisición de los equipos médicos para Venezuela en el mercado internacional. Según la confesión del tirano, él personalmente negoció la adquisición de 3.553 equipos médicos con Philips y Siemens con valor de US$ 72,762, 694.-, equivalentes a Bs. F 400 millones. Pero no ha sido la única. Por sus propias palabras nos enteramos que ha hecho compras por “cientos de millones de dólares de equipos procedentes de otras firmas europeas y japonesas.”
Sinceramente estos izquierdistas que nos gobiernan han defecado sobre la dignidad nacional.
El vil negocio del arrendamiento de curanderos cubanos
Estiman los expertos que en 2008 había en Venezuela un contingente de curanderos cubanos integrado por 13.020 supuestos médicos, 2.938 supuestos odontólogos, 4.170 supuestos enfermeros y 9.168 supuestos técnicos sanitarios. En total 29.296. Sumándoles 1.901 que se han incorporado recientemente, podemos decir que están ocupando 31.197 puestos de trabajo que corresponde a profesionales de la salud venezolanos.
Los curanderos cubanos son arrendados por Cuba al gobierno de Venezuela. Cuba recibió el año 2008 por este arrendamiento la cantidad de US$ 5 mil 600 millones, equivalente a US$ 16,000.- mensuales por cada uno. Esto significa Bs.F 88.000 (o sea, 88 millones de bolívares viejos) mensuales por cada curandero cubano. Pagando un salario mensual de Bs.F 8.000.-(o sea, 8 millones de antes), tendríamos 11 médicos venezolanos en lugar de un curandero cubano.
Sucede que el arrendamiento de trabajadores está proscrito por la Constitución, la Ley del Trabajo y los Convenios de la OIT por tratarse de una explotación inicua. En efecto, el curandero cubano recibe de su gobierno US$ 160.- al mes (Bs.F 880.-), apenas el 1% de lo que paga Venezuela por él a Cuba. A esta iniquidad la llaman socialismo. En verdad tiene otro nombre: trata de personas que es, conforme al Protocolo de la ONU, acción de captar, transportar, trasladar, acoger o recibir personas, con fines de explotación, recurriendo a la amenaza, al uso de la fuerza, a la coacción, al abuso de poder o a una situación de vulnerabilidad. No importa el consentimiento de la víctima, porque ella está sometida a violencia moral como lo demuestra la retención de mujer e hijos en Cuba en calidad de rehenes.
Estamos, pues, ante dos iniquidades: la discriminación de los médicos venezolanos por los vende-patrias que prefieren a los curanderos cubanos que les salen más baratos por ser mano de obra esclava y el delito de trata de personas de que éstos son víctimas al recibir apenas el 1% de la paga mientras los comunistas boliburgueses roban el 99%. La causa de ambas iniquidades está, pues, en que para estos comunistas boliburgueses la trata de trabajadores, como la de putas, produce mucho dinero, que es en este caso dinero que nos roban a todos los venezolanos.

sábado, 10 de octubre de 2009

La boliburguesía es el enemigo

Está demostrado por las encuestas que el apoyo a los partidos de oposición, sumados todos, no excede del 12%, a pesar de que más del 80% rechaza el proyecto político del Presidente de la República de implantar el comunismo a la cubana eliminando la propiedad privada y la libertad de expresión. Hay, pues, un 68% de la población que, no obstante estar contra el comunismo del Presidente de la República, no adhiere a los partidos de oposición. Los ni-ni formamos este 68%. Somos los que estamos contra la implantación del comunismo, que es el fin que persigue el Presidente de la República, y al mismo tiempo no creemos en los partidos de oposición.
La debilidad de los partidos, por el rechazo de los ni-ni, no ha hecho posible la restauración de la vieja democracia, que es su verdadero proyecto político. La debilidad de los ni-ni, por la ausencia de un liderazgo que los guíe y sobre todo de un mensaje económico-social que los motive, no ha hecho posible el surgimiento de la nueva democracia, no obstante el rechazo inmensamente mayoritario tanto a la implantación del comunismo como a la restauración de la vieja democracia. La debilidad de ambos le ha permitido al Presidente de la República avanzar en la conversión de Venezuela en otra Cuba, a pesar de que sólo cuenta con una minoría exigua incluyendo a la FAN.
De lo anterior se deduce que la clave para darle un vuelco a la situación está en los ni-ni. Y la clave para que los ni-ni estemos en capacidad de darle un vuelco a la situación radica en que la lucha tenga un mensaje socio-económico concreto, con una carga emocional. Debe ser la lucha contra la boliburguesía, clase dominante y explotadora, corrupta y parásita, enemiga de todos los que no estamos en el poder.
La boliburguesía es la clase dominante y explotadora
Según la doctrina marxista el comunismo es la dictadura del proletariado, que así llaman al gobierno clasista de los trabajadores. En el comunismo a la cubana, que está poniendo en práctica el Presidente de la República, la dictadura es ejercida por la boliburguesía cuyo brazo armado es la FAN.
La boliburguesía es la clase dominante, no el proletariado. Se ha formado con aventureros de izquierda y derecha que se han erigido en poder político y económico. No se trata de una burguesía productora (agropecuaria e industrial), sino importadora y financiera, que esteriliza la economía nacional y saquea los fondos públicos. Esta boliburguesía usa a los trabajadores para la depredación de la propiedad ajena. Después de usados los trabajadores para la depredación, quedan sin empleo o sin beneficios.
La boliburguesía le roba el futuro a los jóvenes
Según la doctrina marxista, el comunismo crea un hombre nuevo. En el comunismo a la cubana no hay hombre nuevo. Sus líderes son hombres política y moralmente viejos, con las mismas malas costumbres de saquear el país y dejar a los pobres las sobras del festín; y con el mismo cinismo de presentarse como demócratas y revolucionarios mientras persiguen a los críticos y disidentes y se perpetúan en el poder.
La perpetuación en el poder de la banda de saqueadores que forman la boliburguesía le cierra a los jóvenes el paso al ascenso social, económico y político. Le roba el futuro por lo cual millares emigran al extranjero.

Los pobres son las víctimas de la boliburguesía
Según la doctrina marxista, todos viviremos bien en el comunismo. Pero en el comunismo a la cubana, que se está copiando en Venezuela, sólo viven bien los ricachones de la boliburguesía que están enriqueciéndose con el saqueo de la República y con la depredación de la propiedad privada de los demás.
Después de diez años los pobres siguen siendo pobres, castigados como nunca por el costo de la vida (la inflación más alta de América), por el desempleo y el sub-empleo (el más alto de América) y por la inseguridad reinante (la mayor de América). Mientras la boliburguesía se llena, los pobres están pelando.
Para los ni-ni el tema electoral es secundario. Interesa a los que viven de la política y necesitan un cambur. Para interesar a los ni-ni la lucha debe tener un contenido económico-social. Hay que dirigirla, con rabia, contra la clase explotadora y corrupta que nos ha robado el país: la boliburguesía, cuyo jefe es el Presidente de la República.