Chávez era venezolano. Ya no lo es. Dejó de serlo para hacerse cubano. Se hizo cubano cuando cayó bajo el hechizo de Fidel Castro aceptando su paternidad. Hay entre ambos un vínculo paterno-filial más fuerte que el biológico, porque nace del alma y del corazón. El hijo espiritual adora y respeta a su padre con quien mantiene comunicación permanente. Es el único al que oye. Se deja guiar por él. Padre e hijo están muy unidos.
El hijo se siente orgulloso del padre y éste siente lo mismo por su hijo. El padre no se pierde las comparecencias del hijo por televisión. Y el hijo, que lo sabe, siempre le manda un mensaje cariñoso haciendo patente su afecto. Hay tanta devoción entre ellos que el padre Fidel no ha regresado a la presidencia de Cuba, a pesar de haber mejorado de salud, para poder dedicarse por completo a su hijo, compartiendo el gobierno de Venezuela. Es su ángel tutelar. Y el hijo, confiado en el amor y la sabiduría del padre, se ha entregado a él. No da un paso sin su aprobación. Y atiende solícito sus consejos e instrucciones. Todo lo que hace viene del padre.
El padre cuida de la seguridad de su hijo amado. Escoge a sus escoltas. Escoge a sus pilotos. Le pone los aviones en que viaja. La vida del hijo es prioridad absoluta del padre. Por la misma razón el hijo ha entregado a su padre la seguridad de la República. Un presidente cubano de Venezuela no puede confiar en militares venezolanos. Por ello el padre del presidente cubano de Venezuela ha colocado a instructores y confidentes cubanos en la FAN. Un presidente cubano de Venezuela no puede confiar en una policía secreta de venezolanos. Por ello el padre del presidente cubano de Venezuela ha colocado al G2 cubano en la DISIP y en la DIM. Un presidente cubano de Venezuela no puede confiar en los venezolanos para el manejo de los servicios básicos: electricidad, telecomunicaciones, agua. Por ello el padre del presidente cubano de Venezuela ha colocado agentes cubanos en las empresas básicas.
El presidente cubano de Venezuela necesita tener en Cuba la más completa información sobre los venezolanos, a disposición de su padre y en previsión de cualquiera eventualidad. Por ello el padre del presidente cubano de Venezuela ha colocado agentes cubanos en el registro civil, en la expedición de cédulas y pasaportes y en el registro electoral. Los paisanos cubanos del presidente cubano de Venezuela tienen también bajo su control las notarías y registros mercantiles para conocer los negocios que hacen los venezolanos y además los registros inmobiliarios para saber los traspasos de propiedad.
El presidente cubano de Venezuela, como es lógico, discrimina a los venezolanos. Por ser orgullosamente cubano pone a los venezolanos por debajo de sus paisanos cubanos. Denigra de los médicos venezolanos mientras ensalza a los curanderos cubanos, a los cuales ha entregado el sistema de salud pública. Denigra de los universitarios venezolanos mientras ensalza la educación cubana, a cuyos ideólogos ha traído. Denigra de los ingenieros venezolanos y somete los contratos de obra pública a la aprobación de los cubanos. Denigra de los economistas venezolanos mientras ensalza a los cubanos, a quienes encomienda la construcción del comunismo. Encarga a sus paisanos cubanos la redacción de las leyes que por orden suya aprueba la Asamblea Nacional.
El presidente cubano de Venezuela es un buen cubano, amante de su nueva patria. La ayuda económicamente para que pueda sostenerse. Le quita a los venezolanos petróleo y dinero para dárselos a Cuba. Le rinde culto a Cuba, ordenando enarbolar su bandera en el Panteón Nacional. Sin duda su corazón late por Cuba.
Los venezolanos vivimos en la ignominia y seguiremos así mientras soportemos sin reaccionar el oprobio de tener un presidente cubano. No existe mayor ofensa para un patriota. La nueva democracia debe comenzar por colocar a un venezolano en la presidencia.
jueves, 26 de noviembre de 2009
martes, 17 de noviembre de 2009
La agresión comunista contra Colombia
La Internacional Comunista de América Latina (Foro de Sao Paulo), comandada por sus jefes Fidel Castro (de Cuba) y Lula da Silva (de Brasil), ha mantenido una agresión permanente contra Colombia, único país de Sur América donde sus socios no tienen esperanzas de acceder al poder por la vía electoral. Es la espina que tienen clavada en la garganta.
De la agresión permanente contra Colombia han encargado al Presidente de la República de Venezuela. Desde un principio la agresión ha consistido en ayudar con armas, alimentos y dinero a las FARC, su socio colombiano en la Internacional Comunista, que goza además de espacio territorial dentro de Venezuela para su refugio y descanso a pesar de las convenciones internacionales contra el terrorismo.
La Internacional Comunista estaba en el proceso de conseguirle reconocimiento internacional a las FARC, cuando fue descubierta la “laptop” de Raúl Reyes que desenmascaró a Chávez, quien dio un paso atrás aparentando reconciliación con Uribe mientras esperaba la ocasión propicia para apuñalear a la democracia colombiana. Se le ha presentado, creen los comunistas, con el convenio de apoyo militar celebrado por Estados Unidos con Colombia. Es sólo un pretexto. A los comunistas los mueve acabar con la democracia colombiana. Si fuese realmente el motivo la presencia de tropas estadounidenses en Sur América ya habrían procedido contra Aruba y Curazao, donde existen bases importantes de Estados Unidos. Pero a ellos nos les interesan estas islas. Les interesa Colombia.
Con este pretexto planearon hacerle una encerrona al país vecino en UNASUR, que es la OEA de Brasil para mandar en América del Sur. Allí le exigieron al gobierno colombiano que desistiera o, en su defecto, sometiera el convenio a la aprobación de ellos, los comunistas. Cuando Colombia se negó, Chávez pasó a la segunda fase de la agresión y le declaró la guerra comercial. Todo para el Brasil de Lula, nada para Colombia. No cedió Colombia a pesar del chantaje comercial y firmó el pacto con Estados Unidos. Entonces Chávez anunció la guerra militar ordenando a la FAN prepararse. Enseguida Lula se ofreció de mediador, a sabiendas de que no puede serlo porque es uno de los jefes de la Internacional Comunista. Los colombianos, que ya lo conocen, no cayeron en la celada y prefirieron ir a la OEA y la ONU, donde cuentan con sus aliados gringos.
Estos hechos han confirmado lo que hemos venido sosteniendo. Venezuela está en manos de la Internacional Comunista, que la usa como ariete contra los gobiernos que no pertenecen a ella. Ya no es una república políticamente independiente, sino un protectorado de Cuba. Aquí manda Fidel Castro. Hemos de creer que no ha regresado a la presidencia de Cuba, no obstante su mejoría, para poder ocuparse a tiempo completo de gobernar a Venezuela. Está dedicado a ello “full time” por interpuesta persona. Fidel piensa, Chávez habla.
La Internacional Comunista decide además la política económica de Venezuela. Ya no es una república económicamente independiente, sino una provincia económica de Brasil. En efecto Brasil está tragándose a Venezuela, que es su presa económica. Ha ido más lejos: ya se ha metido en el territorio Esequibo, que es nuestro, donde explota, entendiéndose con Guyana, las riquezas que pertenecen a Venezuela, lo que constituye una agresión contra los venezolanos. Brasil es ahora el paraguas militar de Guyana en el despojo del Esequibo.
No es Venezuela la agresora de Colombia. Es la Internacional Comunista que quiere hacer de Colombia lo que ha hecho de Venezuela: un protectorado político de Cuba y una provincia económica de Brasil.
De la agresión permanente contra Colombia han encargado al Presidente de la República de Venezuela. Desde un principio la agresión ha consistido en ayudar con armas, alimentos y dinero a las FARC, su socio colombiano en la Internacional Comunista, que goza además de espacio territorial dentro de Venezuela para su refugio y descanso a pesar de las convenciones internacionales contra el terrorismo.
La Internacional Comunista estaba en el proceso de conseguirle reconocimiento internacional a las FARC, cuando fue descubierta la “laptop” de Raúl Reyes que desenmascaró a Chávez, quien dio un paso atrás aparentando reconciliación con Uribe mientras esperaba la ocasión propicia para apuñalear a la democracia colombiana. Se le ha presentado, creen los comunistas, con el convenio de apoyo militar celebrado por Estados Unidos con Colombia. Es sólo un pretexto. A los comunistas los mueve acabar con la democracia colombiana. Si fuese realmente el motivo la presencia de tropas estadounidenses en Sur América ya habrían procedido contra Aruba y Curazao, donde existen bases importantes de Estados Unidos. Pero a ellos nos les interesan estas islas. Les interesa Colombia.
Con este pretexto planearon hacerle una encerrona al país vecino en UNASUR, que es la OEA de Brasil para mandar en América del Sur. Allí le exigieron al gobierno colombiano que desistiera o, en su defecto, sometiera el convenio a la aprobación de ellos, los comunistas. Cuando Colombia se negó, Chávez pasó a la segunda fase de la agresión y le declaró la guerra comercial. Todo para el Brasil de Lula, nada para Colombia. No cedió Colombia a pesar del chantaje comercial y firmó el pacto con Estados Unidos. Entonces Chávez anunció la guerra militar ordenando a la FAN prepararse. Enseguida Lula se ofreció de mediador, a sabiendas de que no puede serlo porque es uno de los jefes de la Internacional Comunista. Los colombianos, que ya lo conocen, no cayeron en la celada y prefirieron ir a la OEA y la ONU, donde cuentan con sus aliados gringos.
Estos hechos han confirmado lo que hemos venido sosteniendo. Venezuela está en manos de la Internacional Comunista, que la usa como ariete contra los gobiernos que no pertenecen a ella. Ya no es una república políticamente independiente, sino un protectorado de Cuba. Aquí manda Fidel Castro. Hemos de creer que no ha regresado a la presidencia de Cuba, no obstante su mejoría, para poder ocuparse a tiempo completo de gobernar a Venezuela. Está dedicado a ello “full time” por interpuesta persona. Fidel piensa, Chávez habla.
La Internacional Comunista decide además la política económica de Venezuela. Ya no es una república económicamente independiente, sino una provincia económica de Brasil. En efecto Brasil está tragándose a Venezuela, que es su presa económica. Ha ido más lejos: ya se ha metido en el territorio Esequibo, que es nuestro, donde explota, entendiéndose con Guyana, las riquezas que pertenecen a Venezuela, lo que constituye una agresión contra los venezolanos. Brasil es ahora el paraguas militar de Guyana en el despojo del Esequibo.
No es Venezuela la agresora de Colombia. Es la Internacional Comunista que quiere hacer de Colombia lo que ha hecho de Venezuela: un protectorado político de Cuba y una provincia económica de Brasil.
El holocausto de los pobres
Hace pocos días un oficial de la FAN fue herido por dos delincuentes quienes les dispararon a mansalva. Trasladado de urgencia, aún vivo, al hospital más cercano no pudo ser atendido como lo exigían las circunstancias. La explicación estaba en los cartelones colocados en la entrada que decían: “Aquí no hay anestesiólogo. No hay médicos especialistas, no hay cirujanos, no hay traumatólogos, ni material médico quirúrgico.” Esto, que constataron los que trasladaron al herido, concordaba con las palabras pronunciadas una semana antes por un directivo del sindicato de la salud: “no hacemos huelga porque los hospitales tienen tiempo parados por falta de equipos e insumos.”
El caso del militar fallecido muestra porqué mueren trágicamente miles de venezolanos. Primero la maldad de los delincuentes, potenciada por la impunidad que les brinda el gobierno. Y luego, al que sobrevive a la agresión lo mata la imposibilidad de la atención médica oportuna, porque los hospitales están abandonados. El gobierno los ha abandonado porque los médicos, enfermeros y demás profesionales no son cubanos. Su delito es ser venezolano. Si fuesen cubanos se les daría de todo: casa, comida y lo demás. Aquí los cubanos son reyes sin corona. Son los únicos que sirven, son los únicos que valen, son los únicos que saben. Los venezolanos somos, por el contrario, unos comemierda, para decirlo en su jerga.
Los muertos que nos están debiendo
Ninguno de los que socorrió al militar en el momento exclamó: “vamos a llevarlo a Barrio Adentro.” A nadie en su sano juicio se le ocurre tamaño disparate. Todos estamos conscientes de que Barrio Adentro es un hueso tirado a los pobres como si fueran perros para que se engañen creyendo que es comida. En los módulos sólo se consigue un botiquín de primeros auxilios aplicado por curanderos. En los centros de diagnósticos, dotados con equipos comprados por el eminente científico Fidel Castro invirtiendo discrecionalmente centenares de millones de dólares que le ha entregado el gobierno venezolano, sólo saben de medicina las máquinas, pero no los que las manejan, cuya ciencia debe ser de las ocultas.
Si los US$ 28.000 millones regalados a Cuba en cinco años por Barrio Adentro, hubiesen sido invertidos en tener hospitales de primera al servicio de los pobres, muchas víctimas de la delincuencia se habrían salvado y millones de venezolanos podrían haber superado sus enfermedades graves y crónicas. Cada muerto por falta de atención hospitalaria, lo ha matado la boliburguesía que nos gobierna. Son los muertos que nos están debiendo.
Charlatanes para matar pobres
No conformes con los muertos que ya nos deben, se proponen seguir matando con alevosía a los pobres. En lugar de ampliar las escuelas universitarias de medicina, para que sigan graduando buenos médicos, usando con este fin los US$ 7.000 millones (Bs.f 38.500 millones) regalados a Ortega para su lucro personal, según la prensa de Nicaragua, han inventado una escuela de medicina cubana. No decimos de medicina a secas, porque los profesores importados, desde luego cubanos, no enseñan medicina, si acaso tuvieren credenciales para ello. Enseñan a ser agentes castro-comunistas en los barrios, con una bata blanca puesta para disfrazarse de médico. De allí no saldrán médicos. Saldrán charlatanes.
Los venezolanos pobres no tienen escapatoria con esta revolución: los que sobreviven a los delincuentes mueren por falta de hospitales, si antes no lo han matado por mala praxis los curanderos cubanos de Barrio Adentro. A los que se salven los esperarán los charlatanes que vienen preparando los cubanos en las escuelas de medicina piratas. Con ellos consumarán el holocausto de los pobres.
El caso del militar fallecido muestra porqué mueren trágicamente miles de venezolanos. Primero la maldad de los delincuentes, potenciada por la impunidad que les brinda el gobierno. Y luego, al que sobrevive a la agresión lo mata la imposibilidad de la atención médica oportuna, porque los hospitales están abandonados. El gobierno los ha abandonado porque los médicos, enfermeros y demás profesionales no son cubanos. Su delito es ser venezolano. Si fuesen cubanos se les daría de todo: casa, comida y lo demás. Aquí los cubanos son reyes sin corona. Son los únicos que sirven, son los únicos que valen, son los únicos que saben. Los venezolanos somos, por el contrario, unos comemierda, para decirlo en su jerga.
Los muertos que nos están debiendo
Ninguno de los que socorrió al militar en el momento exclamó: “vamos a llevarlo a Barrio Adentro.” A nadie en su sano juicio se le ocurre tamaño disparate. Todos estamos conscientes de que Barrio Adentro es un hueso tirado a los pobres como si fueran perros para que se engañen creyendo que es comida. En los módulos sólo se consigue un botiquín de primeros auxilios aplicado por curanderos. En los centros de diagnósticos, dotados con equipos comprados por el eminente científico Fidel Castro invirtiendo discrecionalmente centenares de millones de dólares que le ha entregado el gobierno venezolano, sólo saben de medicina las máquinas, pero no los que las manejan, cuya ciencia debe ser de las ocultas.
Si los US$ 28.000 millones regalados a Cuba en cinco años por Barrio Adentro, hubiesen sido invertidos en tener hospitales de primera al servicio de los pobres, muchas víctimas de la delincuencia se habrían salvado y millones de venezolanos podrían haber superado sus enfermedades graves y crónicas. Cada muerto por falta de atención hospitalaria, lo ha matado la boliburguesía que nos gobierna. Son los muertos que nos están debiendo.
Charlatanes para matar pobres
No conformes con los muertos que ya nos deben, se proponen seguir matando con alevosía a los pobres. En lugar de ampliar las escuelas universitarias de medicina, para que sigan graduando buenos médicos, usando con este fin los US$ 7.000 millones (Bs.f 38.500 millones) regalados a Ortega para su lucro personal, según la prensa de Nicaragua, han inventado una escuela de medicina cubana. No decimos de medicina a secas, porque los profesores importados, desde luego cubanos, no enseñan medicina, si acaso tuvieren credenciales para ello. Enseñan a ser agentes castro-comunistas en los barrios, con una bata blanca puesta para disfrazarse de médico. De allí no saldrán médicos. Saldrán charlatanes.
Los venezolanos pobres no tienen escapatoria con esta revolución: los que sobreviven a los delincuentes mueren por falta de hospitales, si antes no lo han matado por mala praxis los curanderos cubanos de Barrio Adentro. A los que se salven los esperarán los charlatanes que vienen preparando los cubanos en las escuelas de medicina piratas. Con ellos consumarán el holocausto de los pobres.
lunes, 2 de noviembre de 2009
Las tres mentiras del amor revolucionario
Los comunistas viven del mito construido sobre la mentira. Los comunistas de aquí no son la excepción. Afanosamente éstos han elaborado y sostienen el mito de Chávez presentándolo como el patriota que ama a Venezuela por encima de todas las cosas y como el padre de los pobres, por cuyo bienestar se desvela. Como el protector de los trabajadores, por cuya suerte se preocupa. Nada de ello es verdad. Todo es mentira. Una lamentable mentira. El caso Barrio Adentro, apenas uno de los tantos, desnuda el fraude que ha venido siendo encubierto por la impostura.
La mentira del amor a Venezuela
El presupuesto del Ministerio de Salud en 2010 será, según información oficial, de Bs.F 9.332 millones, o sea, US$ 1.696 millones. Asombra que, por contraste, Venezuela haya pagado a Cuba en el año 2008, por sólo Barrio Adentro, la cantidad de US$ 5.600 millones (o sea, Bs.F 30.800 millones), que son MÁS DE TRES VECES (3,3) lo destinado a la red total de hospitales y en general a todo el sistema nacional de salud pública venezolano. De este modo Venezuela le sostiene a Cuba TRES MINISTERIOS DE SALUD, pagados con dinero sustraído al pueblo venezolano. Con el dinero del pueblo venezolano se pagan CUATRO MINISTERIOS DE SALUD, pero de ellos sólo UNO está en Venezuela.
Como se ve Chávez y su revolución no aman a Venezuela. Aman a Cuba. Son cubanos de corazón. Le quitan al pueblo venezolano para dárselo a Cuba.
La mentira del amor a los pobres
Anuncia el gobierno que destinará US$ 400 millones en 2010 para la reparación de todos los hospitales de Venezuela adonde van los pobres. Representa apenas el 7,4% de lo regalado a Cuba por Barrio Adentro el año pasado. Si calculamos en US$ 50 millones (Bs.F 275 millones) la reparación por unidad, alcanzará entonces para 8 hospitales. Pero si se hubiese invertido en ellos lo regalado a Cuba hubiesen sido reparados 112 hospitales en 2008. E igual cantidad en 2009. Y como el regalo a Cuba comenzó en 2004 estaríamos llegando este año a 672 hospitales reparados. Así, pues, en seis años (2004-2009, ambos inclusive) Chávez y su revolución le han regalado a Cuba el equivalente a 672 hospitales remodelados, mientras los pobres no consiguen un hospital que esté en condiciones de atenderlo.
Está claro que para Chávez y su revolución el venezolano pobre que se joda. Sólo le importan los cubanos.
La mentira del amor a los trabajadores
La Asamblea Nacional estima en Bs.F 20.000 millones (20 billones de los viejos) los pasivos laborales de la Administración Pública Nacional. Es la deuda con los trabajadores. Chávez y su revolución han podido pagarles con los Bs F 30.800 millones que le regalaron a Cuba por sólo Barrio Adentro en 2008. Y todavía les habría sobrado Bs.F 10.800 millones, que hubiesen servido para pagar otros pasivos laborales. Por ejemplo, los sindicalistas calculan en Bs.F 700 millones la deuda pendiente de la Alcaldía con los trabajadores de la salud del Area Metropolitana de Caracas.
Para Chávez y su revolución primero está Cuba. Los trabajadores venezolanos que se fuñan. No tienen derecho a cobrar porque estamos en socialismo. Un socialismo que ha evaporado en cinco años (2004-2008) US$ 27.000 millones (deducidos los salarios de hambre a los curanderos cubanos), cuya inversión en sanidad no se ve ni en Venezuela ni en Cuba. ¿Dónde están esos reales?
jpetitdacosta@hotmail.com
http://porunanuevademocracia.blogspot.com
La mentira del amor a Venezuela
El presupuesto del Ministerio de Salud en 2010 será, según información oficial, de Bs.F 9.332 millones, o sea, US$ 1.696 millones. Asombra que, por contraste, Venezuela haya pagado a Cuba en el año 2008, por sólo Barrio Adentro, la cantidad de US$ 5.600 millones (o sea, Bs.F 30.800 millones), que son MÁS DE TRES VECES (3,3) lo destinado a la red total de hospitales y en general a todo el sistema nacional de salud pública venezolano. De este modo Venezuela le sostiene a Cuba TRES MINISTERIOS DE SALUD, pagados con dinero sustraído al pueblo venezolano. Con el dinero del pueblo venezolano se pagan CUATRO MINISTERIOS DE SALUD, pero de ellos sólo UNO está en Venezuela.
Como se ve Chávez y su revolución no aman a Venezuela. Aman a Cuba. Son cubanos de corazón. Le quitan al pueblo venezolano para dárselo a Cuba.
La mentira del amor a los pobres
Anuncia el gobierno que destinará US$ 400 millones en 2010 para la reparación de todos los hospitales de Venezuela adonde van los pobres. Representa apenas el 7,4% de lo regalado a Cuba por Barrio Adentro el año pasado. Si calculamos en US$ 50 millones (Bs.F 275 millones) la reparación por unidad, alcanzará entonces para 8 hospitales. Pero si se hubiese invertido en ellos lo regalado a Cuba hubiesen sido reparados 112 hospitales en 2008. E igual cantidad en 2009. Y como el regalo a Cuba comenzó en 2004 estaríamos llegando este año a 672 hospitales reparados. Así, pues, en seis años (2004-2009, ambos inclusive) Chávez y su revolución le han regalado a Cuba el equivalente a 672 hospitales remodelados, mientras los pobres no consiguen un hospital que esté en condiciones de atenderlo.
Está claro que para Chávez y su revolución el venezolano pobre que se joda. Sólo le importan los cubanos.
La mentira del amor a los trabajadores
La Asamblea Nacional estima en Bs.F 20.000 millones (20 billones de los viejos) los pasivos laborales de la Administración Pública Nacional. Es la deuda con los trabajadores. Chávez y su revolución han podido pagarles con los Bs F 30.800 millones que le regalaron a Cuba por sólo Barrio Adentro en 2008. Y todavía les habría sobrado Bs.F 10.800 millones, que hubiesen servido para pagar otros pasivos laborales. Por ejemplo, los sindicalistas calculan en Bs.F 700 millones la deuda pendiente de la Alcaldía con los trabajadores de la salud del Area Metropolitana de Caracas.
Para Chávez y su revolución primero está Cuba. Los trabajadores venezolanos que se fuñan. No tienen derecho a cobrar porque estamos en socialismo. Un socialismo que ha evaporado en cinco años (2004-2008) US$ 27.000 millones (deducidos los salarios de hambre a los curanderos cubanos), cuya inversión en sanidad no se ve ni en Venezuela ni en Cuba. ¿Dónde están esos reales?
jpetitdacosta@hotmail.com
http://porunanuevademocracia.blogspot.com
Suscribirse a:
Entradas (Atom)