jueves, 26 de noviembre de 2009

El presidente cubano de Venezuela

Chávez era venezolano. Ya no lo es. Dejó de serlo para hacerse cubano. Se hizo cubano cuando cayó bajo el hechizo de Fidel Castro aceptando su paternidad. Hay entre ambos un vínculo paterno-filial más fuerte que el biológico, porque nace del alma y del corazón. El hijo espiritual adora y respeta a su padre con quien mantiene comunicación permanente. Es el único al que oye. Se deja guiar por él. Padre e hijo están muy unidos.
El hijo se siente orgulloso del padre y éste siente lo mismo por su hijo. El padre no se pierde las comparecencias del hijo por televisión. Y el hijo, que lo sabe, siempre le manda un mensaje cariñoso haciendo patente su afecto. Hay tanta devoción entre ellos que el padre Fidel no ha regresado a la presidencia de Cuba, a pesar de haber mejorado de salud, para poder dedicarse por completo a su hijo, compartiendo el gobierno de Venezuela. Es su ángel tutelar. Y el hijo, confiado en el amor y la sabiduría del padre, se ha entregado a él. No da un paso sin su aprobación. Y atiende solícito sus consejos e instrucciones. Todo lo que hace viene del padre.
El padre cuida de la seguridad de su hijo amado. Escoge a sus escoltas. Escoge a sus pilotos. Le pone los aviones en que viaja. La vida del hijo es prioridad absoluta del padre. Por la misma razón el hijo ha entregado a su padre la seguridad de la República. Un presidente cubano de Venezuela no puede confiar en militares venezolanos. Por ello el padre del presidente cubano de Venezuela ha colocado a instructores y confidentes cubanos en la FAN. Un presidente cubano de Venezuela no puede confiar en una policía secreta de venezolanos. Por ello el padre del presidente cubano de Venezuela ha colocado al G2 cubano en la DISIP y en la DIM. Un presidente cubano de Venezuela no puede confiar en los venezolanos para el manejo de los servicios básicos: electricidad, telecomunicaciones, agua. Por ello el padre del presidente cubano de Venezuela ha colocado agentes cubanos en las empresas básicas.
El presidente cubano de Venezuela necesita tener en Cuba la más completa información sobre los venezolanos, a disposición de su padre y en previsión de cualquiera eventualidad. Por ello el padre del presidente cubano de Venezuela ha colocado agentes cubanos en el registro civil, en la expedición de cédulas y pasaportes y en el registro electoral. Los paisanos cubanos del presidente cubano de Venezuela tienen también bajo su control las notarías y registros mercantiles para conocer los negocios que hacen los venezolanos y además los registros inmobiliarios para saber los traspasos de propiedad.
El presidente cubano de Venezuela, como es lógico, discrimina a los venezolanos. Por ser orgullosamente cubano pone a los venezolanos por debajo de sus paisanos cubanos. Denigra de los médicos venezolanos mientras ensalza a los curanderos cubanos, a los cuales ha entregado el sistema de salud pública. Denigra de los universitarios venezolanos mientras ensalza la educación cubana, a cuyos ideólogos ha traído. Denigra de los ingenieros venezolanos y somete los contratos de obra pública a la aprobación de los cubanos. Denigra de los economistas venezolanos mientras ensalza a los cubanos, a quienes encomienda la construcción del comunismo. Encarga a sus paisanos cubanos la redacción de las leyes que por orden suya aprueba la Asamblea Nacional.
El presidente cubano de Venezuela es un buen cubano, amante de su nueva patria. La ayuda económicamente para que pueda sostenerse. Le quita a los venezolanos petróleo y dinero para dárselos a Cuba. Le rinde culto a Cuba, ordenando enarbolar su bandera en el Panteón Nacional. Sin duda su corazón late por Cuba.
Los venezolanos vivimos en la ignominia y seguiremos así mientras soportemos sin reaccionar el oprobio de tener un presidente cubano. No existe mayor ofensa para un patriota. La nueva democracia debe comenzar por colocar a un venezolano en la presidencia.

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