“La democracia que impera en el mundo, estaba destinada a ser antidemocrática desde el momento mismo en que se implementó en las ciudades, y en tal sentido es perversa.” La representación de las personas es un invento reciente en la historia de la humanidad. En tanto los seres humanos estuvimos viviendo en pequeñas comunidades (tribus) no se precisó de representantes. La interacción directa entre individuos permitía intercambiar ideas apuntando a un fin comunitario. Al surgir los representantes elegidos democráticamente, en su afán de resultar electo el candidato adecuó su discurso a las condiciones que le permitieran maximizar el número de seguidores. La psicología de masas da cuenta del formato que debe emplear un candidato que pretenda convencer a la masa. A su vez, nos enseña que el individuo que forma parte de la masa actúa con un nivel de racionalidad notoriamente disminuido, independientemente de su nivel intelectual, formación profesional o estatus social. Actuando en masa, el individuo presenta una notoria involución. Por lo anterior, no debe llamarnos la atención que el político actual esté lejos de representar los intereses de la ciudadanía. No precisa hacerlo para resultar electo y una vez en el cargo se deja seducir por el poder y sus esfuerzos se encaminan a conseguir un ascenso en la pirámide del poder. En el sentido descrito es que la democracia actual no es democracia, y nunca podrá serlo en tanto no se cambien las reglas del juego.
“La democracia que impera en el mundo, estaba destinada a ser antidemocrática desde el momento mismo en que se implementó en las ciudades, y en tal sentido es perversa.”
ResponderEliminarLa representación de las personas es un invento reciente en la historia de la humanidad. En tanto los seres humanos estuvimos viviendo en pequeñas comunidades (tribus) no se precisó de representantes. La interacción directa entre individuos permitía intercambiar ideas apuntando a un fin comunitario.
Al surgir los representantes elegidos democráticamente, en su afán de resultar electo el candidato adecuó su discurso a las condiciones que le permitieran maximizar el número de seguidores. La psicología de masas da cuenta del formato que debe emplear un candidato que pretenda convencer a la masa. A su vez, nos enseña que el individuo que forma parte de la masa actúa con un nivel de racionalidad notoriamente disminuido, independientemente de su nivel intelectual, formación profesional o estatus social. Actuando en masa, el individuo presenta una notoria involución.
Por lo anterior, no debe llamarnos la atención que el político actual esté lejos de representar los intereses de la ciudadanía. No precisa hacerlo para resultar electo y una vez en el cargo se deja seducir por el poder y sus esfuerzos se encaminan a conseguir un ascenso en la pirámide del poder.
En el sentido descrito es que la democracia actual no es democracia, y nunca podrá serlo en tanto no se cambien las reglas del juego.