El Presidente de la República de Venezuela cayó desde hace años bajo el hechizo de Fidel Castro, por cuya adoración se ha extraído del alma todo sentimiento de respeto a la dignidad de los venezolanos. Convertido en un cubano chocante no oculta sino, por el contrario, hace alarde reiterado de su traición a la patria donde nació y de servilismo al gobierno de Cuba, su país adoptivo. En su caso el hechizo no se debe, como sucedió en España con el Rey Carlos El Hechizado, a una debilidad física y mental, lo que resulta evidente por su desarrollo corporal y psíquico. Es más bien un embrujamiento originado en la empatía ideológica, que ha producido en él una especie de regresión inconsciente a la etapa de la vida en que el niño depende fundamentalmente del padre, de cuya mano va para sentirse seguro. Su identificación y dependencia espiritual del padre lo ha llevado a mirar sólo por sus ojos, a seguir ciegamente sus consejos e instrucciones en política interior e internacional e incluso a imitarlo en todo: en el estilo de mando, en su sistema de vida, en su relación con las mujeres, en sus gestos corporales y hasta en el acento. A tanto ha llegado la compenetración con el padre que no cuida las formas ni guarda la compostura exigida por el cargo que desempeña. Está entregado al padre proclamando sin reservas su sumisión filial. Por esta conducta suya seguramente pasará a la historia con el apodo de Hugo El Cubano, para que las futuras generaciones relacionen su gobierno con la etapa vergonzosa en que los venezolanos hemos sido humillados por el presidente cubano que se nos metió de contrabando, haciéndonos quedar en ridículo ante el mundo.
La última demostración por ahora de que merece ser llamado para siempre Hugo El Cubano ha sido el espectáculo ofensivo a la dignidad nacional representado en dos actos este mismo mes. Primero los ministros cubanos se trasladaron en pleno a Caracas para recabar personalmente los informes que le debieron rendir sus lacayos en Venezuela, a cargo de las extensiones del gobierno cubano que aquí llamamos ministerios. Días después se trasladó a Cuba el presidente cubano de Venezuela a recibir instrucciones de su padre Fidel, con quien, según sus propias palabras, pasó siete horas, nada menos, revisando distintos temas. Lo que no ha sucedido sólo esta vez, porque él mismo confiesa que lo hace con bastante frecuencia. Terminada la cuenta exhaustiva y ya de vuelta en el país expresó, para completar la humillación de los venezolanos, lo siguiente: “Fidel me dijo: Dile a Ahmadineyad que llegar a Venezuela es como llegar a Cuba.” Desde luego, porque para comenzar Cuba y Venezuela tienen presidentes cubanos. Y Venezuela está bajo el gobierno de una legión de cubanos indeseables que han sustituido a los venezolanos o los tienen en posición subalterna.
Tener un presidente cubano de Venezuela es ya un desafío a la hombría de los venezolanos. Que además el presidente cubano de Venezuela nos traiga una legión de cubanos indeseables para que gobiernen el país es una afrenta inaceptable. Pero si encima el presidente cubano de Venezuela barre el suelo con el honor de los venezolanos por su relación paterno-filial con Fidel Castro, dejándonos en ridículo ante el mundo entero, es ya una humillación imperdonable. Simplemente nos está escupiendo seguido en la cara para poner en evidencia que el venezolano de ahora no es un bravo pueblo, como proclama el himno nacional, sino una manada de cobardes, sin honor y sin vergüenza, comenzando por los militares. Y en verdad este es el concepto muy merecido que se tiene del pueblo venezolano en el extranjero.
jpetitdacosta@hotmail.com
sábado, 5 de diciembre de 2009
jueves, 26 de noviembre de 2009
El presidente cubano de Venezuela
Chávez era venezolano. Ya no lo es. Dejó de serlo para hacerse cubano. Se hizo cubano cuando cayó bajo el hechizo de Fidel Castro aceptando su paternidad. Hay entre ambos un vínculo paterno-filial más fuerte que el biológico, porque nace del alma y del corazón. El hijo espiritual adora y respeta a su padre con quien mantiene comunicación permanente. Es el único al que oye. Se deja guiar por él. Padre e hijo están muy unidos.
El hijo se siente orgulloso del padre y éste siente lo mismo por su hijo. El padre no se pierde las comparecencias del hijo por televisión. Y el hijo, que lo sabe, siempre le manda un mensaje cariñoso haciendo patente su afecto. Hay tanta devoción entre ellos que el padre Fidel no ha regresado a la presidencia de Cuba, a pesar de haber mejorado de salud, para poder dedicarse por completo a su hijo, compartiendo el gobierno de Venezuela. Es su ángel tutelar. Y el hijo, confiado en el amor y la sabiduría del padre, se ha entregado a él. No da un paso sin su aprobación. Y atiende solícito sus consejos e instrucciones. Todo lo que hace viene del padre.
El padre cuida de la seguridad de su hijo amado. Escoge a sus escoltas. Escoge a sus pilotos. Le pone los aviones en que viaja. La vida del hijo es prioridad absoluta del padre. Por la misma razón el hijo ha entregado a su padre la seguridad de la República. Un presidente cubano de Venezuela no puede confiar en militares venezolanos. Por ello el padre del presidente cubano de Venezuela ha colocado a instructores y confidentes cubanos en la FAN. Un presidente cubano de Venezuela no puede confiar en una policía secreta de venezolanos. Por ello el padre del presidente cubano de Venezuela ha colocado al G2 cubano en la DISIP y en la DIM. Un presidente cubano de Venezuela no puede confiar en los venezolanos para el manejo de los servicios básicos: electricidad, telecomunicaciones, agua. Por ello el padre del presidente cubano de Venezuela ha colocado agentes cubanos en las empresas básicas.
El presidente cubano de Venezuela necesita tener en Cuba la más completa información sobre los venezolanos, a disposición de su padre y en previsión de cualquiera eventualidad. Por ello el padre del presidente cubano de Venezuela ha colocado agentes cubanos en el registro civil, en la expedición de cédulas y pasaportes y en el registro electoral. Los paisanos cubanos del presidente cubano de Venezuela tienen también bajo su control las notarías y registros mercantiles para conocer los negocios que hacen los venezolanos y además los registros inmobiliarios para saber los traspasos de propiedad.
El presidente cubano de Venezuela, como es lógico, discrimina a los venezolanos. Por ser orgullosamente cubano pone a los venezolanos por debajo de sus paisanos cubanos. Denigra de los médicos venezolanos mientras ensalza a los curanderos cubanos, a los cuales ha entregado el sistema de salud pública. Denigra de los universitarios venezolanos mientras ensalza la educación cubana, a cuyos ideólogos ha traído. Denigra de los ingenieros venezolanos y somete los contratos de obra pública a la aprobación de los cubanos. Denigra de los economistas venezolanos mientras ensalza a los cubanos, a quienes encomienda la construcción del comunismo. Encarga a sus paisanos cubanos la redacción de las leyes que por orden suya aprueba la Asamblea Nacional.
El presidente cubano de Venezuela es un buen cubano, amante de su nueva patria. La ayuda económicamente para que pueda sostenerse. Le quita a los venezolanos petróleo y dinero para dárselos a Cuba. Le rinde culto a Cuba, ordenando enarbolar su bandera en el Panteón Nacional. Sin duda su corazón late por Cuba.
Los venezolanos vivimos en la ignominia y seguiremos así mientras soportemos sin reaccionar el oprobio de tener un presidente cubano. No existe mayor ofensa para un patriota. La nueva democracia debe comenzar por colocar a un venezolano en la presidencia.
El hijo se siente orgulloso del padre y éste siente lo mismo por su hijo. El padre no se pierde las comparecencias del hijo por televisión. Y el hijo, que lo sabe, siempre le manda un mensaje cariñoso haciendo patente su afecto. Hay tanta devoción entre ellos que el padre Fidel no ha regresado a la presidencia de Cuba, a pesar de haber mejorado de salud, para poder dedicarse por completo a su hijo, compartiendo el gobierno de Venezuela. Es su ángel tutelar. Y el hijo, confiado en el amor y la sabiduría del padre, se ha entregado a él. No da un paso sin su aprobación. Y atiende solícito sus consejos e instrucciones. Todo lo que hace viene del padre.
El padre cuida de la seguridad de su hijo amado. Escoge a sus escoltas. Escoge a sus pilotos. Le pone los aviones en que viaja. La vida del hijo es prioridad absoluta del padre. Por la misma razón el hijo ha entregado a su padre la seguridad de la República. Un presidente cubano de Venezuela no puede confiar en militares venezolanos. Por ello el padre del presidente cubano de Venezuela ha colocado a instructores y confidentes cubanos en la FAN. Un presidente cubano de Venezuela no puede confiar en una policía secreta de venezolanos. Por ello el padre del presidente cubano de Venezuela ha colocado al G2 cubano en la DISIP y en la DIM. Un presidente cubano de Venezuela no puede confiar en los venezolanos para el manejo de los servicios básicos: electricidad, telecomunicaciones, agua. Por ello el padre del presidente cubano de Venezuela ha colocado agentes cubanos en las empresas básicas.
El presidente cubano de Venezuela necesita tener en Cuba la más completa información sobre los venezolanos, a disposición de su padre y en previsión de cualquiera eventualidad. Por ello el padre del presidente cubano de Venezuela ha colocado agentes cubanos en el registro civil, en la expedición de cédulas y pasaportes y en el registro electoral. Los paisanos cubanos del presidente cubano de Venezuela tienen también bajo su control las notarías y registros mercantiles para conocer los negocios que hacen los venezolanos y además los registros inmobiliarios para saber los traspasos de propiedad.
El presidente cubano de Venezuela, como es lógico, discrimina a los venezolanos. Por ser orgullosamente cubano pone a los venezolanos por debajo de sus paisanos cubanos. Denigra de los médicos venezolanos mientras ensalza a los curanderos cubanos, a los cuales ha entregado el sistema de salud pública. Denigra de los universitarios venezolanos mientras ensalza la educación cubana, a cuyos ideólogos ha traído. Denigra de los ingenieros venezolanos y somete los contratos de obra pública a la aprobación de los cubanos. Denigra de los economistas venezolanos mientras ensalza a los cubanos, a quienes encomienda la construcción del comunismo. Encarga a sus paisanos cubanos la redacción de las leyes que por orden suya aprueba la Asamblea Nacional.
El presidente cubano de Venezuela es un buen cubano, amante de su nueva patria. La ayuda económicamente para que pueda sostenerse. Le quita a los venezolanos petróleo y dinero para dárselos a Cuba. Le rinde culto a Cuba, ordenando enarbolar su bandera en el Panteón Nacional. Sin duda su corazón late por Cuba.
Los venezolanos vivimos en la ignominia y seguiremos así mientras soportemos sin reaccionar el oprobio de tener un presidente cubano. No existe mayor ofensa para un patriota. La nueva democracia debe comenzar por colocar a un venezolano en la presidencia.
martes, 17 de noviembre de 2009
La agresión comunista contra Colombia
La Internacional Comunista de América Latina (Foro de Sao Paulo), comandada por sus jefes Fidel Castro (de Cuba) y Lula da Silva (de Brasil), ha mantenido una agresión permanente contra Colombia, único país de Sur América donde sus socios no tienen esperanzas de acceder al poder por la vía electoral. Es la espina que tienen clavada en la garganta.
De la agresión permanente contra Colombia han encargado al Presidente de la República de Venezuela. Desde un principio la agresión ha consistido en ayudar con armas, alimentos y dinero a las FARC, su socio colombiano en la Internacional Comunista, que goza además de espacio territorial dentro de Venezuela para su refugio y descanso a pesar de las convenciones internacionales contra el terrorismo.
La Internacional Comunista estaba en el proceso de conseguirle reconocimiento internacional a las FARC, cuando fue descubierta la “laptop” de Raúl Reyes que desenmascaró a Chávez, quien dio un paso atrás aparentando reconciliación con Uribe mientras esperaba la ocasión propicia para apuñalear a la democracia colombiana. Se le ha presentado, creen los comunistas, con el convenio de apoyo militar celebrado por Estados Unidos con Colombia. Es sólo un pretexto. A los comunistas los mueve acabar con la democracia colombiana. Si fuese realmente el motivo la presencia de tropas estadounidenses en Sur América ya habrían procedido contra Aruba y Curazao, donde existen bases importantes de Estados Unidos. Pero a ellos nos les interesan estas islas. Les interesa Colombia.
Con este pretexto planearon hacerle una encerrona al país vecino en UNASUR, que es la OEA de Brasil para mandar en América del Sur. Allí le exigieron al gobierno colombiano que desistiera o, en su defecto, sometiera el convenio a la aprobación de ellos, los comunistas. Cuando Colombia se negó, Chávez pasó a la segunda fase de la agresión y le declaró la guerra comercial. Todo para el Brasil de Lula, nada para Colombia. No cedió Colombia a pesar del chantaje comercial y firmó el pacto con Estados Unidos. Entonces Chávez anunció la guerra militar ordenando a la FAN prepararse. Enseguida Lula se ofreció de mediador, a sabiendas de que no puede serlo porque es uno de los jefes de la Internacional Comunista. Los colombianos, que ya lo conocen, no cayeron en la celada y prefirieron ir a la OEA y la ONU, donde cuentan con sus aliados gringos.
Estos hechos han confirmado lo que hemos venido sosteniendo. Venezuela está en manos de la Internacional Comunista, que la usa como ariete contra los gobiernos que no pertenecen a ella. Ya no es una república políticamente independiente, sino un protectorado de Cuba. Aquí manda Fidel Castro. Hemos de creer que no ha regresado a la presidencia de Cuba, no obstante su mejoría, para poder ocuparse a tiempo completo de gobernar a Venezuela. Está dedicado a ello “full time” por interpuesta persona. Fidel piensa, Chávez habla.
La Internacional Comunista decide además la política económica de Venezuela. Ya no es una república económicamente independiente, sino una provincia económica de Brasil. En efecto Brasil está tragándose a Venezuela, que es su presa económica. Ha ido más lejos: ya se ha metido en el territorio Esequibo, que es nuestro, donde explota, entendiéndose con Guyana, las riquezas que pertenecen a Venezuela, lo que constituye una agresión contra los venezolanos. Brasil es ahora el paraguas militar de Guyana en el despojo del Esequibo.
No es Venezuela la agresora de Colombia. Es la Internacional Comunista que quiere hacer de Colombia lo que ha hecho de Venezuela: un protectorado político de Cuba y una provincia económica de Brasil.
De la agresión permanente contra Colombia han encargado al Presidente de la República de Venezuela. Desde un principio la agresión ha consistido en ayudar con armas, alimentos y dinero a las FARC, su socio colombiano en la Internacional Comunista, que goza además de espacio territorial dentro de Venezuela para su refugio y descanso a pesar de las convenciones internacionales contra el terrorismo.
La Internacional Comunista estaba en el proceso de conseguirle reconocimiento internacional a las FARC, cuando fue descubierta la “laptop” de Raúl Reyes que desenmascaró a Chávez, quien dio un paso atrás aparentando reconciliación con Uribe mientras esperaba la ocasión propicia para apuñalear a la democracia colombiana. Se le ha presentado, creen los comunistas, con el convenio de apoyo militar celebrado por Estados Unidos con Colombia. Es sólo un pretexto. A los comunistas los mueve acabar con la democracia colombiana. Si fuese realmente el motivo la presencia de tropas estadounidenses en Sur América ya habrían procedido contra Aruba y Curazao, donde existen bases importantes de Estados Unidos. Pero a ellos nos les interesan estas islas. Les interesa Colombia.
Con este pretexto planearon hacerle una encerrona al país vecino en UNASUR, que es la OEA de Brasil para mandar en América del Sur. Allí le exigieron al gobierno colombiano que desistiera o, en su defecto, sometiera el convenio a la aprobación de ellos, los comunistas. Cuando Colombia se negó, Chávez pasó a la segunda fase de la agresión y le declaró la guerra comercial. Todo para el Brasil de Lula, nada para Colombia. No cedió Colombia a pesar del chantaje comercial y firmó el pacto con Estados Unidos. Entonces Chávez anunció la guerra militar ordenando a la FAN prepararse. Enseguida Lula se ofreció de mediador, a sabiendas de que no puede serlo porque es uno de los jefes de la Internacional Comunista. Los colombianos, que ya lo conocen, no cayeron en la celada y prefirieron ir a la OEA y la ONU, donde cuentan con sus aliados gringos.
Estos hechos han confirmado lo que hemos venido sosteniendo. Venezuela está en manos de la Internacional Comunista, que la usa como ariete contra los gobiernos que no pertenecen a ella. Ya no es una república políticamente independiente, sino un protectorado de Cuba. Aquí manda Fidel Castro. Hemos de creer que no ha regresado a la presidencia de Cuba, no obstante su mejoría, para poder ocuparse a tiempo completo de gobernar a Venezuela. Está dedicado a ello “full time” por interpuesta persona. Fidel piensa, Chávez habla.
La Internacional Comunista decide además la política económica de Venezuela. Ya no es una república económicamente independiente, sino una provincia económica de Brasil. En efecto Brasil está tragándose a Venezuela, que es su presa económica. Ha ido más lejos: ya se ha metido en el territorio Esequibo, que es nuestro, donde explota, entendiéndose con Guyana, las riquezas que pertenecen a Venezuela, lo que constituye una agresión contra los venezolanos. Brasil es ahora el paraguas militar de Guyana en el despojo del Esequibo.
No es Venezuela la agresora de Colombia. Es la Internacional Comunista que quiere hacer de Colombia lo que ha hecho de Venezuela: un protectorado político de Cuba y una provincia económica de Brasil.
El holocausto de los pobres
Hace pocos días un oficial de la FAN fue herido por dos delincuentes quienes les dispararon a mansalva. Trasladado de urgencia, aún vivo, al hospital más cercano no pudo ser atendido como lo exigían las circunstancias. La explicación estaba en los cartelones colocados en la entrada que decían: “Aquí no hay anestesiólogo. No hay médicos especialistas, no hay cirujanos, no hay traumatólogos, ni material médico quirúrgico.” Esto, que constataron los que trasladaron al herido, concordaba con las palabras pronunciadas una semana antes por un directivo del sindicato de la salud: “no hacemos huelga porque los hospitales tienen tiempo parados por falta de equipos e insumos.”
El caso del militar fallecido muestra porqué mueren trágicamente miles de venezolanos. Primero la maldad de los delincuentes, potenciada por la impunidad que les brinda el gobierno. Y luego, al que sobrevive a la agresión lo mata la imposibilidad de la atención médica oportuna, porque los hospitales están abandonados. El gobierno los ha abandonado porque los médicos, enfermeros y demás profesionales no son cubanos. Su delito es ser venezolano. Si fuesen cubanos se les daría de todo: casa, comida y lo demás. Aquí los cubanos son reyes sin corona. Son los únicos que sirven, son los únicos que valen, son los únicos que saben. Los venezolanos somos, por el contrario, unos comemierda, para decirlo en su jerga.
Los muertos que nos están debiendo
Ninguno de los que socorrió al militar en el momento exclamó: “vamos a llevarlo a Barrio Adentro.” A nadie en su sano juicio se le ocurre tamaño disparate. Todos estamos conscientes de que Barrio Adentro es un hueso tirado a los pobres como si fueran perros para que se engañen creyendo que es comida. En los módulos sólo se consigue un botiquín de primeros auxilios aplicado por curanderos. En los centros de diagnósticos, dotados con equipos comprados por el eminente científico Fidel Castro invirtiendo discrecionalmente centenares de millones de dólares que le ha entregado el gobierno venezolano, sólo saben de medicina las máquinas, pero no los que las manejan, cuya ciencia debe ser de las ocultas.
Si los US$ 28.000 millones regalados a Cuba en cinco años por Barrio Adentro, hubiesen sido invertidos en tener hospitales de primera al servicio de los pobres, muchas víctimas de la delincuencia se habrían salvado y millones de venezolanos podrían haber superado sus enfermedades graves y crónicas. Cada muerto por falta de atención hospitalaria, lo ha matado la boliburguesía que nos gobierna. Son los muertos que nos están debiendo.
Charlatanes para matar pobres
No conformes con los muertos que ya nos deben, se proponen seguir matando con alevosía a los pobres. En lugar de ampliar las escuelas universitarias de medicina, para que sigan graduando buenos médicos, usando con este fin los US$ 7.000 millones (Bs.f 38.500 millones) regalados a Ortega para su lucro personal, según la prensa de Nicaragua, han inventado una escuela de medicina cubana. No decimos de medicina a secas, porque los profesores importados, desde luego cubanos, no enseñan medicina, si acaso tuvieren credenciales para ello. Enseñan a ser agentes castro-comunistas en los barrios, con una bata blanca puesta para disfrazarse de médico. De allí no saldrán médicos. Saldrán charlatanes.
Los venezolanos pobres no tienen escapatoria con esta revolución: los que sobreviven a los delincuentes mueren por falta de hospitales, si antes no lo han matado por mala praxis los curanderos cubanos de Barrio Adentro. A los que se salven los esperarán los charlatanes que vienen preparando los cubanos en las escuelas de medicina piratas. Con ellos consumarán el holocausto de los pobres.
El caso del militar fallecido muestra porqué mueren trágicamente miles de venezolanos. Primero la maldad de los delincuentes, potenciada por la impunidad que les brinda el gobierno. Y luego, al que sobrevive a la agresión lo mata la imposibilidad de la atención médica oportuna, porque los hospitales están abandonados. El gobierno los ha abandonado porque los médicos, enfermeros y demás profesionales no son cubanos. Su delito es ser venezolano. Si fuesen cubanos se les daría de todo: casa, comida y lo demás. Aquí los cubanos son reyes sin corona. Son los únicos que sirven, son los únicos que valen, son los únicos que saben. Los venezolanos somos, por el contrario, unos comemierda, para decirlo en su jerga.
Los muertos que nos están debiendo
Ninguno de los que socorrió al militar en el momento exclamó: “vamos a llevarlo a Barrio Adentro.” A nadie en su sano juicio se le ocurre tamaño disparate. Todos estamos conscientes de que Barrio Adentro es un hueso tirado a los pobres como si fueran perros para que se engañen creyendo que es comida. En los módulos sólo se consigue un botiquín de primeros auxilios aplicado por curanderos. En los centros de diagnósticos, dotados con equipos comprados por el eminente científico Fidel Castro invirtiendo discrecionalmente centenares de millones de dólares que le ha entregado el gobierno venezolano, sólo saben de medicina las máquinas, pero no los que las manejan, cuya ciencia debe ser de las ocultas.
Si los US$ 28.000 millones regalados a Cuba en cinco años por Barrio Adentro, hubiesen sido invertidos en tener hospitales de primera al servicio de los pobres, muchas víctimas de la delincuencia se habrían salvado y millones de venezolanos podrían haber superado sus enfermedades graves y crónicas. Cada muerto por falta de atención hospitalaria, lo ha matado la boliburguesía que nos gobierna. Son los muertos que nos están debiendo.
Charlatanes para matar pobres
No conformes con los muertos que ya nos deben, se proponen seguir matando con alevosía a los pobres. En lugar de ampliar las escuelas universitarias de medicina, para que sigan graduando buenos médicos, usando con este fin los US$ 7.000 millones (Bs.f 38.500 millones) regalados a Ortega para su lucro personal, según la prensa de Nicaragua, han inventado una escuela de medicina cubana. No decimos de medicina a secas, porque los profesores importados, desde luego cubanos, no enseñan medicina, si acaso tuvieren credenciales para ello. Enseñan a ser agentes castro-comunistas en los barrios, con una bata blanca puesta para disfrazarse de médico. De allí no saldrán médicos. Saldrán charlatanes.
Los venezolanos pobres no tienen escapatoria con esta revolución: los que sobreviven a los delincuentes mueren por falta de hospitales, si antes no lo han matado por mala praxis los curanderos cubanos de Barrio Adentro. A los que se salven los esperarán los charlatanes que vienen preparando los cubanos en las escuelas de medicina piratas. Con ellos consumarán el holocausto de los pobres.
lunes, 2 de noviembre de 2009
Las tres mentiras del amor revolucionario
Los comunistas viven del mito construido sobre la mentira. Los comunistas de aquí no son la excepción. Afanosamente éstos han elaborado y sostienen el mito de Chávez presentándolo como el patriota que ama a Venezuela por encima de todas las cosas y como el padre de los pobres, por cuyo bienestar se desvela. Como el protector de los trabajadores, por cuya suerte se preocupa. Nada de ello es verdad. Todo es mentira. Una lamentable mentira. El caso Barrio Adentro, apenas uno de los tantos, desnuda el fraude que ha venido siendo encubierto por la impostura.
La mentira del amor a Venezuela
El presupuesto del Ministerio de Salud en 2010 será, según información oficial, de Bs.F 9.332 millones, o sea, US$ 1.696 millones. Asombra que, por contraste, Venezuela haya pagado a Cuba en el año 2008, por sólo Barrio Adentro, la cantidad de US$ 5.600 millones (o sea, Bs.F 30.800 millones), que son MÁS DE TRES VECES (3,3) lo destinado a la red total de hospitales y en general a todo el sistema nacional de salud pública venezolano. De este modo Venezuela le sostiene a Cuba TRES MINISTERIOS DE SALUD, pagados con dinero sustraído al pueblo venezolano. Con el dinero del pueblo venezolano se pagan CUATRO MINISTERIOS DE SALUD, pero de ellos sólo UNO está en Venezuela.
Como se ve Chávez y su revolución no aman a Venezuela. Aman a Cuba. Son cubanos de corazón. Le quitan al pueblo venezolano para dárselo a Cuba.
La mentira del amor a los pobres
Anuncia el gobierno que destinará US$ 400 millones en 2010 para la reparación de todos los hospitales de Venezuela adonde van los pobres. Representa apenas el 7,4% de lo regalado a Cuba por Barrio Adentro el año pasado. Si calculamos en US$ 50 millones (Bs.F 275 millones) la reparación por unidad, alcanzará entonces para 8 hospitales. Pero si se hubiese invertido en ellos lo regalado a Cuba hubiesen sido reparados 112 hospitales en 2008. E igual cantidad en 2009. Y como el regalo a Cuba comenzó en 2004 estaríamos llegando este año a 672 hospitales reparados. Así, pues, en seis años (2004-2009, ambos inclusive) Chávez y su revolución le han regalado a Cuba el equivalente a 672 hospitales remodelados, mientras los pobres no consiguen un hospital que esté en condiciones de atenderlo.
Está claro que para Chávez y su revolución el venezolano pobre que se joda. Sólo le importan los cubanos.
La mentira del amor a los trabajadores
La Asamblea Nacional estima en Bs.F 20.000 millones (20 billones de los viejos) los pasivos laborales de la Administración Pública Nacional. Es la deuda con los trabajadores. Chávez y su revolución han podido pagarles con los Bs F 30.800 millones que le regalaron a Cuba por sólo Barrio Adentro en 2008. Y todavía les habría sobrado Bs.F 10.800 millones, que hubiesen servido para pagar otros pasivos laborales. Por ejemplo, los sindicalistas calculan en Bs.F 700 millones la deuda pendiente de la Alcaldía con los trabajadores de la salud del Area Metropolitana de Caracas.
Para Chávez y su revolución primero está Cuba. Los trabajadores venezolanos que se fuñan. No tienen derecho a cobrar porque estamos en socialismo. Un socialismo que ha evaporado en cinco años (2004-2008) US$ 27.000 millones (deducidos los salarios de hambre a los curanderos cubanos), cuya inversión en sanidad no se ve ni en Venezuela ni en Cuba. ¿Dónde están esos reales?
jpetitdacosta@hotmail.com
http://porunanuevademocracia.blogspot.com
La mentira del amor a Venezuela
El presupuesto del Ministerio de Salud en 2010 será, según información oficial, de Bs.F 9.332 millones, o sea, US$ 1.696 millones. Asombra que, por contraste, Venezuela haya pagado a Cuba en el año 2008, por sólo Barrio Adentro, la cantidad de US$ 5.600 millones (o sea, Bs.F 30.800 millones), que son MÁS DE TRES VECES (3,3) lo destinado a la red total de hospitales y en general a todo el sistema nacional de salud pública venezolano. De este modo Venezuela le sostiene a Cuba TRES MINISTERIOS DE SALUD, pagados con dinero sustraído al pueblo venezolano. Con el dinero del pueblo venezolano se pagan CUATRO MINISTERIOS DE SALUD, pero de ellos sólo UNO está en Venezuela.
Como se ve Chávez y su revolución no aman a Venezuela. Aman a Cuba. Son cubanos de corazón. Le quitan al pueblo venezolano para dárselo a Cuba.
La mentira del amor a los pobres
Anuncia el gobierno que destinará US$ 400 millones en 2010 para la reparación de todos los hospitales de Venezuela adonde van los pobres. Representa apenas el 7,4% de lo regalado a Cuba por Barrio Adentro el año pasado. Si calculamos en US$ 50 millones (Bs.F 275 millones) la reparación por unidad, alcanzará entonces para 8 hospitales. Pero si se hubiese invertido en ellos lo regalado a Cuba hubiesen sido reparados 112 hospitales en 2008. E igual cantidad en 2009. Y como el regalo a Cuba comenzó en 2004 estaríamos llegando este año a 672 hospitales reparados. Así, pues, en seis años (2004-2009, ambos inclusive) Chávez y su revolución le han regalado a Cuba el equivalente a 672 hospitales remodelados, mientras los pobres no consiguen un hospital que esté en condiciones de atenderlo.
Está claro que para Chávez y su revolución el venezolano pobre que se joda. Sólo le importan los cubanos.
La mentira del amor a los trabajadores
La Asamblea Nacional estima en Bs.F 20.000 millones (20 billones de los viejos) los pasivos laborales de la Administración Pública Nacional. Es la deuda con los trabajadores. Chávez y su revolución han podido pagarles con los Bs F 30.800 millones que le regalaron a Cuba por sólo Barrio Adentro en 2008. Y todavía les habría sobrado Bs.F 10.800 millones, que hubiesen servido para pagar otros pasivos laborales. Por ejemplo, los sindicalistas calculan en Bs.F 700 millones la deuda pendiente de la Alcaldía con los trabajadores de la salud del Area Metropolitana de Caracas.
Para Chávez y su revolución primero está Cuba. Los trabajadores venezolanos que se fuñan. No tienen derecho a cobrar porque estamos en socialismo. Un socialismo que ha evaporado en cinco años (2004-2008) US$ 27.000 millones (deducidos los salarios de hambre a los curanderos cubanos), cuya inversión en sanidad no se ve ni en Venezuela ni en Cuba. ¿Dónde están esos reales?
jpetitdacosta@hotmail.com
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martes, 20 de octubre de 2009
Democratizar y desburocratizar los partidos
Lo dijimos antes: sólo el 38% de los electores votó a favor de la reelección indefinida o ilimitada de los actuales gobernantes. ¿Son todos chavistas? No, desde luego. Para saber cuántos son chavistas de verdad habría que deducir a las víctimas de la violencia moral, quienes votaron por miedo a perder el cargo, la pensión o el subsidio. Y restar además el fraude electoral, con todas sus modalidades: el voto de extranjeros (sobre todo colombianos y cubanos), el de los doble-cedulados, el de los fallecidos a quienes hacen votar desde ultratumba y los votos suplantados de los que se habían abstenido para las 4 de la tarde.
Para resolver el enigma nos puede servir de referencia la votación en las elecciones parlamentarias de 2005 cuando toda la oposición se abstuvo. Entonces concurrieron a votar no más del 25%. Esta sería, a falta de otros datos, la fuerza electoral del chavismo. Ante este hecho, debemos preguntarnos: ¿cómo es posible que uno de cada cuatro venezolanos arree a foete limpio a los otros tres y los lleve nariceados, como el ganado, hacia la dictadura castro-comunista? Son varias las causas. He aquí una.
La oposición no es democrática
Los partidos de oposición son débiles. Los viejos porque fueron satanizados y apenas comienzan a recuperarse. Los nuevos porque no son democráticos. Son tan autocráticos como el partido de gobierno. En ellos manda el dueño del partido, que lo maneja como su propiedad privada. No tienen una dirección colectiva que delibere y actúe como tal. No celebran elecciones primarias o de base para elegirla. No celebran convenciones periódicas en las cuales se debatan doctrina, programa y estrategia y con tal motivo se enfrenten alas y tendencias que le den vida. No hay en ellos corriente crítica ni practican la autocrítica. No hay dirigentes con luz propia. No adoctrinan ni forman sus cuadros medios, para que a su vez lo hagan con su militancia.
Son partidos personalistas que sirven de maquinaria electoral a su dueño, con quien está prohibido competir. En verdad sólo existen para participar en elecciones. Para nada más. Desde luego, partidos así no son atractivos para la inmensa masa de independientes, ni para ningún ser pensante, quienes no votan por ellos sino contra Chávez.
Para resolver el enigma nos puede servir de referencia la votación en las elecciones parlamentarias de 2005 cuando toda la oposición se abstuvo. Entonces concurrieron a votar no más del 25%. Esta sería, a falta de otros datos, la fuerza electoral del chavismo. Ante este hecho, debemos preguntarnos: ¿cómo es posible que uno de cada cuatro venezolanos arree a foete limpio a los otros tres y los lleve nariceados, como el ganado, hacia la dictadura castro-comunista? Son varias las causas. He aquí una.
La oposición no es democrática
Los partidos de oposición son débiles. Los viejos porque fueron satanizados y apenas comienzan a recuperarse. Los nuevos porque no son democráticos. Son tan autocráticos como el partido de gobierno. En ellos manda el dueño del partido, que lo maneja como su propiedad privada. No tienen una dirección colectiva que delibere y actúe como tal. No celebran elecciones primarias o de base para elegirla. No celebran convenciones periódicas en las cuales se debatan doctrina, programa y estrategia y con tal motivo se enfrenten alas y tendencias que le den vida. No hay en ellos corriente crítica ni practican la autocrítica. No hay dirigentes con luz propia. No adoctrinan ni forman sus cuadros medios, para que a su vez lo hagan con su militancia.
Son partidos personalistas que sirven de maquinaria electoral a su dueño, con quien está prohibido competir. En verdad sólo existen para participar en elecciones. Para nada más. Desde luego, partidos así no son atractivos para la inmensa masa de independientes, ni para ningún ser pensante, quienes no votan por ellos sino contra Chávez.
lunes, 19 de octubre de 2009
El vil negocio del arrendamiento de curanderos cubanos
La izquierda que yo conocí era profunda y radicalmente nacionalista. Llegada al poder esa izquierda resultó vende-patria. Es vende-patria, usando su misma terminología, porque le ha entregado la dirección de la política interna y exterior a un gobernante extranjero, como lo es Fidel Castro.
La izquierda que yo conocí enaltecía y defendía a los profesionales universitarios, velando por su mercado de trabajo. Llegada al poder esa izquierda ha demostrado ser una impostora, porque ahora injuria a los profesionales, como los médicos venezolanos, a quienes desprecian prefiriendo a curanderos cubanos, que lo son porque ejercen sin presentar título, ni hacer reválida, ni inscribirse en el colegio.
La izquierda que yo conocí estaba del lado de los trabajadores, denunciando cualquier forma de explotación. Llegada al poder esa izquierda ha instituido la trata de personas, concretamente trabajadores, que son mercadeados, como es el caso de los curanderos cubanos.
Jamás pensé que la izquierda venezolana terminaría cayendo tan bajo.
¿No le queda nada de dignidad a la izquierda en el poder?
No podrán negar que el calificativo de vende-patria se ajusta perfectamente a los que han incurrido en la indignidad de delegar en Fidel Castro la adquisición de los equipos médicos para Venezuela en el mercado internacional. Según la confesión del tirano, él personalmente negoció la adquisición de 3.553 equipos médicos con Philips y Siemens con valor de US$ 72,762, 694.-, equivalentes a Bs. F 400 millones. Pero no ha sido la única. Por sus propias palabras nos enteramos que ha hecho compras por “cientos de millones de dólares de equipos procedentes de otras firmas europeas y japonesas.”
Sinceramente estos izquierdistas que nos gobiernan han defecado sobre la dignidad nacional.
El vil negocio del arrendamiento de curanderos cubanos
Estiman los expertos que en 2008 había en Venezuela un contingente de curanderos cubanos integrado por 13.020 supuestos médicos, 2.938 supuestos odontólogos, 4.170 supuestos enfermeros y 9.168 supuestos técnicos sanitarios. En total 29.296. Sumándoles 1.901 que se han incorporado recientemente, podemos decir que están ocupando 31.197 puestos de trabajo que corresponde a profesionales de la salud venezolanos.
Los curanderos cubanos son arrendados por Cuba al gobierno de Venezuela. Cuba recibió el año 2008 por este arrendamiento la cantidad de US$ 5 mil 600 millones, equivalente a US$ 16,000.- mensuales por cada uno. Esto significa Bs.F 88.000 (o sea, 88 millones de bolívares viejos) mensuales por cada curandero cubano. Pagando un salario mensual de Bs.F 8.000.-(o sea, 8 millones de antes), tendríamos 11 médicos venezolanos en lugar de un curandero cubano.
Sucede que el arrendamiento de trabajadores está proscrito por la Constitución, la Ley del Trabajo y los Convenios de la OIT por tratarse de una explotación inicua. En efecto, el curandero cubano recibe de su gobierno US$ 160.- al mes (Bs.F 880.-), apenas el 1% de lo que paga Venezuela por él a Cuba. A esta iniquidad la llaman socialismo. En verdad tiene otro nombre: trata de personas que es, conforme al Protocolo de la ONU, acción de captar, transportar, trasladar, acoger o recibir personas, con fines de explotación, recurriendo a la amenaza, al uso de la fuerza, a la coacción, al abuso de poder o a una situación de vulnerabilidad. No importa el consentimiento de la víctima, porque ella está sometida a violencia moral como lo demuestra la retención de mujer e hijos en Cuba en calidad de rehenes.
Estamos, pues, ante dos iniquidades: la discriminación de los médicos venezolanos por los vende-patrias que prefieren a los curanderos cubanos que les salen más baratos por ser mano de obra esclava y el delito de trata de personas de que éstos son víctimas al recibir apenas el 1% de la paga mientras los comunistas boliburgueses roban el 99%. La causa de ambas iniquidades está, pues, en que para estos comunistas boliburgueses la trata de trabajadores, como la de putas, produce mucho dinero, que es en este caso dinero que nos roban a todos los venezolanos.
La izquierda que yo conocí enaltecía y defendía a los profesionales universitarios, velando por su mercado de trabajo. Llegada al poder esa izquierda ha demostrado ser una impostora, porque ahora injuria a los profesionales, como los médicos venezolanos, a quienes desprecian prefiriendo a curanderos cubanos, que lo son porque ejercen sin presentar título, ni hacer reválida, ni inscribirse en el colegio.
La izquierda que yo conocí estaba del lado de los trabajadores, denunciando cualquier forma de explotación. Llegada al poder esa izquierda ha instituido la trata de personas, concretamente trabajadores, que son mercadeados, como es el caso de los curanderos cubanos.
Jamás pensé que la izquierda venezolana terminaría cayendo tan bajo.
¿No le queda nada de dignidad a la izquierda en el poder?
No podrán negar que el calificativo de vende-patria se ajusta perfectamente a los que han incurrido en la indignidad de delegar en Fidel Castro la adquisición de los equipos médicos para Venezuela en el mercado internacional. Según la confesión del tirano, él personalmente negoció la adquisición de 3.553 equipos médicos con Philips y Siemens con valor de US$ 72,762, 694.-, equivalentes a Bs. F 400 millones. Pero no ha sido la única. Por sus propias palabras nos enteramos que ha hecho compras por “cientos de millones de dólares de equipos procedentes de otras firmas europeas y japonesas.”
Sinceramente estos izquierdistas que nos gobiernan han defecado sobre la dignidad nacional.
El vil negocio del arrendamiento de curanderos cubanos
Estiman los expertos que en 2008 había en Venezuela un contingente de curanderos cubanos integrado por 13.020 supuestos médicos, 2.938 supuestos odontólogos, 4.170 supuestos enfermeros y 9.168 supuestos técnicos sanitarios. En total 29.296. Sumándoles 1.901 que se han incorporado recientemente, podemos decir que están ocupando 31.197 puestos de trabajo que corresponde a profesionales de la salud venezolanos.
Los curanderos cubanos son arrendados por Cuba al gobierno de Venezuela. Cuba recibió el año 2008 por este arrendamiento la cantidad de US$ 5 mil 600 millones, equivalente a US$ 16,000.- mensuales por cada uno. Esto significa Bs.F 88.000 (o sea, 88 millones de bolívares viejos) mensuales por cada curandero cubano. Pagando un salario mensual de Bs.F 8.000.-(o sea, 8 millones de antes), tendríamos 11 médicos venezolanos en lugar de un curandero cubano.
Sucede que el arrendamiento de trabajadores está proscrito por la Constitución, la Ley del Trabajo y los Convenios de la OIT por tratarse de una explotación inicua. En efecto, el curandero cubano recibe de su gobierno US$ 160.- al mes (Bs.F 880.-), apenas el 1% de lo que paga Venezuela por él a Cuba. A esta iniquidad la llaman socialismo. En verdad tiene otro nombre: trata de personas que es, conforme al Protocolo de la ONU, acción de captar, transportar, trasladar, acoger o recibir personas, con fines de explotación, recurriendo a la amenaza, al uso de la fuerza, a la coacción, al abuso de poder o a una situación de vulnerabilidad. No importa el consentimiento de la víctima, porque ella está sometida a violencia moral como lo demuestra la retención de mujer e hijos en Cuba en calidad de rehenes.
Estamos, pues, ante dos iniquidades: la discriminación de los médicos venezolanos por los vende-patrias que prefieren a los curanderos cubanos que les salen más baratos por ser mano de obra esclava y el delito de trata de personas de que éstos son víctimas al recibir apenas el 1% de la paga mientras los comunistas boliburgueses roban el 99%. La causa de ambas iniquidades está, pues, en que para estos comunistas boliburgueses la trata de trabajadores, como la de putas, produce mucho dinero, que es en este caso dinero que nos roban a todos los venezolanos.
sábado, 10 de octubre de 2009
La boliburguesía es el enemigo
Está demostrado por las encuestas que el apoyo a los partidos de oposición, sumados todos, no excede del 12%, a pesar de que más del 80% rechaza el proyecto político del Presidente de la República de implantar el comunismo a la cubana eliminando la propiedad privada y la libertad de expresión. Hay, pues, un 68% de la población que, no obstante estar contra el comunismo del Presidente de la República, no adhiere a los partidos de oposición. Los ni-ni formamos este 68%. Somos los que estamos contra la implantación del comunismo, que es el fin que persigue el Presidente de la República, y al mismo tiempo no creemos en los partidos de oposición.
La debilidad de los partidos, por el rechazo de los ni-ni, no ha hecho posible la restauración de la vieja democracia, que es su verdadero proyecto político. La debilidad de los ni-ni, por la ausencia de un liderazgo que los guíe y sobre todo de un mensaje económico-social que los motive, no ha hecho posible el surgimiento de la nueva democracia, no obstante el rechazo inmensamente mayoritario tanto a la implantación del comunismo como a la restauración de la vieja democracia. La debilidad de ambos le ha permitido al Presidente de la República avanzar en la conversión de Venezuela en otra Cuba, a pesar de que sólo cuenta con una minoría exigua incluyendo a la FAN.
De lo anterior se deduce que la clave para darle un vuelco a la situación está en los ni-ni. Y la clave para que los ni-ni estemos en capacidad de darle un vuelco a la situación radica en que la lucha tenga un mensaje socio-económico concreto, con una carga emocional. Debe ser la lucha contra la boliburguesía, clase dominante y explotadora, corrupta y parásita, enemiga de todos los que no estamos en el poder.
La boliburguesía es la clase dominante y explotadora
Según la doctrina marxista el comunismo es la dictadura del proletariado, que así llaman al gobierno clasista de los trabajadores. En el comunismo a la cubana, que está poniendo en práctica el Presidente de la República, la dictadura es ejercida por la boliburguesía cuyo brazo armado es la FAN.
La boliburguesía es la clase dominante, no el proletariado. Se ha formado con aventureros de izquierda y derecha que se han erigido en poder político y económico. No se trata de una burguesía productora (agropecuaria e industrial), sino importadora y financiera, que esteriliza la economía nacional y saquea los fondos públicos. Esta boliburguesía usa a los trabajadores para la depredación de la propiedad ajena. Después de usados los trabajadores para la depredación, quedan sin empleo o sin beneficios.
La boliburguesía le roba el futuro a los jóvenes
Según la doctrina marxista, el comunismo crea un hombre nuevo. En el comunismo a la cubana no hay hombre nuevo. Sus líderes son hombres política y moralmente viejos, con las mismas malas costumbres de saquear el país y dejar a los pobres las sobras del festín; y con el mismo cinismo de presentarse como demócratas y revolucionarios mientras persiguen a los críticos y disidentes y se perpetúan en el poder.
La perpetuación en el poder de la banda de saqueadores que forman la boliburguesía le cierra a los jóvenes el paso al ascenso social, económico y político. Le roba el futuro por lo cual millares emigran al extranjero.
Los pobres son las víctimas de la boliburguesía
Según la doctrina marxista, todos viviremos bien en el comunismo. Pero en el comunismo a la cubana, que se está copiando en Venezuela, sólo viven bien los ricachones de la boliburguesía que están enriqueciéndose con el saqueo de la República y con la depredación de la propiedad privada de los demás.
Después de diez años los pobres siguen siendo pobres, castigados como nunca por el costo de la vida (la inflación más alta de América), por el desempleo y el sub-empleo (el más alto de América) y por la inseguridad reinante (la mayor de América). Mientras la boliburguesía se llena, los pobres están pelando.
Para los ni-ni el tema electoral es secundario. Interesa a los que viven de la política y necesitan un cambur. Para interesar a los ni-ni la lucha debe tener un contenido económico-social. Hay que dirigirla, con rabia, contra la clase explotadora y corrupta que nos ha robado el país: la boliburguesía, cuyo jefe es el Presidente de la República.
La debilidad de los partidos, por el rechazo de los ni-ni, no ha hecho posible la restauración de la vieja democracia, que es su verdadero proyecto político. La debilidad de los ni-ni, por la ausencia de un liderazgo que los guíe y sobre todo de un mensaje económico-social que los motive, no ha hecho posible el surgimiento de la nueva democracia, no obstante el rechazo inmensamente mayoritario tanto a la implantación del comunismo como a la restauración de la vieja democracia. La debilidad de ambos le ha permitido al Presidente de la República avanzar en la conversión de Venezuela en otra Cuba, a pesar de que sólo cuenta con una minoría exigua incluyendo a la FAN.
De lo anterior se deduce que la clave para darle un vuelco a la situación está en los ni-ni. Y la clave para que los ni-ni estemos en capacidad de darle un vuelco a la situación radica en que la lucha tenga un mensaje socio-económico concreto, con una carga emocional. Debe ser la lucha contra la boliburguesía, clase dominante y explotadora, corrupta y parásita, enemiga de todos los que no estamos en el poder.
La boliburguesía es la clase dominante y explotadora
Según la doctrina marxista el comunismo es la dictadura del proletariado, que así llaman al gobierno clasista de los trabajadores. En el comunismo a la cubana, que está poniendo en práctica el Presidente de la República, la dictadura es ejercida por la boliburguesía cuyo brazo armado es la FAN.
La boliburguesía es la clase dominante, no el proletariado. Se ha formado con aventureros de izquierda y derecha que se han erigido en poder político y económico. No se trata de una burguesía productora (agropecuaria e industrial), sino importadora y financiera, que esteriliza la economía nacional y saquea los fondos públicos. Esta boliburguesía usa a los trabajadores para la depredación de la propiedad ajena. Después de usados los trabajadores para la depredación, quedan sin empleo o sin beneficios.
La boliburguesía le roba el futuro a los jóvenes
Según la doctrina marxista, el comunismo crea un hombre nuevo. En el comunismo a la cubana no hay hombre nuevo. Sus líderes son hombres política y moralmente viejos, con las mismas malas costumbres de saquear el país y dejar a los pobres las sobras del festín; y con el mismo cinismo de presentarse como demócratas y revolucionarios mientras persiguen a los críticos y disidentes y se perpetúan en el poder.
La perpetuación en el poder de la banda de saqueadores que forman la boliburguesía le cierra a los jóvenes el paso al ascenso social, económico y político. Le roba el futuro por lo cual millares emigran al extranjero.
Los pobres son las víctimas de la boliburguesía
Según la doctrina marxista, todos viviremos bien en el comunismo. Pero en el comunismo a la cubana, que se está copiando en Venezuela, sólo viven bien los ricachones de la boliburguesía que están enriqueciéndose con el saqueo de la República y con la depredación de la propiedad privada de los demás.
Después de diez años los pobres siguen siendo pobres, castigados como nunca por el costo de la vida (la inflación más alta de América), por el desempleo y el sub-empleo (el más alto de América) y por la inseguridad reinante (la mayor de América). Mientras la boliburguesía se llena, los pobres están pelando.
Para los ni-ni el tema electoral es secundario. Interesa a los que viven de la política y necesitan un cambur. Para interesar a los ni-ni la lucha debe tener un contenido económico-social. Hay que dirigirla, con rabia, contra la clase explotadora y corrupta que nos ha robado el país: la boliburguesía, cuyo jefe es el Presidente de la República.
lunes, 28 de septiembre de 2009
Reivindicar la FAN
¿Para qué sirven los militares venezolanos? Es la pregunta obligada que, sin ánimo de ofensa, nos hacemos los civiles al efectuar el balance de los últimos años. Veamos el porqué de la pregunta.
Los militares no han justificado su existencia
Los militares no han garantizado la independencia de Venezuela al permitir que se la haya convertido en un protectorado de Cuba, en la cual los hermanos Castro ejercen el cogobierno interviniendo y decidiendo en la política interior y exterior de la República. Los militares no han defendido el territorio nacional al consentir que la guerrilla colombiana tenga su refugio en este lado de la frontera donde ejerce autoridad, secuestra venezolanos y cobra rescate y vacuna. Los militares no han garantizado la integridad del espacio geográfico de la República al tolerar la renuncia a la reclamación del Esequibo. Los militares no han preservado la institucionalidad al permitir la sustitución de la FAN, prevista en la Constitución, por la inconstitucional e ilegítima FANB, partido político armado que responde a la consigna cubana: “patria, socialismo o muerte.” Los militares no han hecho respetar siquiera su fuero al aceptar la formación de un cuerpo para-militar llamado Milicia Nacional Bolivariana, elevado a quinto componente. Los militares no han reaccionado ante el hecho de que procónsules y agentes cubanos intervengan y hasta dirijan los servicios de seguridad nacional: identificación, extranjería, registros, notarías, policías.
En resumen los militares no han cumplido con el deber que le ha impuesto la Constitución, justificando así su existencia. Entonces, para qué sirven?
Políticos profesionales armados que han desprestigiado la gorra
Sirven sólo para la política. Los militares son políticos armados, constituidos en partido del Presidente de la República. El que los militares se hayan metido a políticos y ocupen en masa los cargos civiles, demuestra que no sirven para militares. No son militares ni por vocación ni por dedicación. Evidentemente ingresaron a la fuerza armada sólo para hacer política con el ventajismo de las armas. Y como fue sólo para eso, no se profesionalizan ni se actualizan en tecnología militar. No son militares profesionales, sino políticos profesionales.
¿Y qué tal han sido como políticos? Tradicionalmente la gorra era sinónimo de orden y disciplina. Cuando las costumbres se relajaban y se perdía la autoridad, el pueblo pedía una gorra que pusiese orden. Esa imagen del gobernante militar se perdió, porque estos de ahora son lo contrario. Los delincuentes se han hecho dueños de la calle. Asesinatos, robos, asaltos, violaciones, ocurren a diario. Bandas armadas se han repartido las ciudades, actuando con impunidad. La policía se ha transformado en maffia. El secuestro se ha convertido en el negocio más lucrativo. Sicarios matan por encargo a cambio de una módica suma. Todos los días hay invasiones de viviendas y haciendas. Todos los días hay confiscaciones de empresas. Todos los días hay despojos y ocupaciones. Reina la zozobra, sobrecoge la angustia. El desorden impera en el país.
Sin duda estos militares políticos han desprestigiado la gorra.
Reivindicar la profesión militar
Los militares tienen ante sí una tarea inaplazable: reivindicar su institución y su profesión para justificar su existencia. Lo primero: desterrar la política, porque ésta es una actividad exclusivamente civil. Por ello la nueva democracia que proclamamos deberá comenzar por la eliminación de ese partido político armado que llaman Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), que se identifica con la consigna infame de “patria, socialismo o muerte”, que no es constitucional y ni siquiera venezolana. Es una copia servil que deshonra.
Y luego reconstituir la democrática Fuerza Armada Nacional (FAN), con militares constitucionalistas que hagan carrera militar y no política. Que sean cada vez mejores militares, capaces de competir en ciencia y tecnología con sus pares extranjeros para orgullo nacional.
Los militares no han justificado su existencia
Los militares no han garantizado la independencia de Venezuela al permitir que se la haya convertido en un protectorado de Cuba, en la cual los hermanos Castro ejercen el cogobierno interviniendo y decidiendo en la política interior y exterior de la República. Los militares no han defendido el territorio nacional al consentir que la guerrilla colombiana tenga su refugio en este lado de la frontera donde ejerce autoridad, secuestra venezolanos y cobra rescate y vacuna. Los militares no han garantizado la integridad del espacio geográfico de la República al tolerar la renuncia a la reclamación del Esequibo. Los militares no han preservado la institucionalidad al permitir la sustitución de la FAN, prevista en la Constitución, por la inconstitucional e ilegítima FANB, partido político armado que responde a la consigna cubana: “patria, socialismo o muerte.” Los militares no han hecho respetar siquiera su fuero al aceptar la formación de un cuerpo para-militar llamado Milicia Nacional Bolivariana, elevado a quinto componente. Los militares no han reaccionado ante el hecho de que procónsules y agentes cubanos intervengan y hasta dirijan los servicios de seguridad nacional: identificación, extranjería, registros, notarías, policías.
En resumen los militares no han cumplido con el deber que le ha impuesto la Constitución, justificando así su existencia. Entonces, para qué sirven?
Políticos profesionales armados que han desprestigiado la gorra
Sirven sólo para la política. Los militares son políticos armados, constituidos en partido del Presidente de la República. El que los militares se hayan metido a políticos y ocupen en masa los cargos civiles, demuestra que no sirven para militares. No son militares ni por vocación ni por dedicación. Evidentemente ingresaron a la fuerza armada sólo para hacer política con el ventajismo de las armas. Y como fue sólo para eso, no se profesionalizan ni se actualizan en tecnología militar. No son militares profesionales, sino políticos profesionales.
¿Y qué tal han sido como políticos? Tradicionalmente la gorra era sinónimo de orden y disciplina. Cuando las costumbres se relajaban y se perdía la autoridad, el pueblo pedía una gorra que pusiese orden. Esa imagen del gobernante militar se perdió, porque estos de ahora son lo contrario. Los delincuentes se han hecho dueños de la calle. Asesinatos, robos, asaltos, violaciones, ocurren a diario. Bandas armadas se han repartido las ciudades, actuando con impunidad. La policía se ha transformado en maffia. El secuestro se ha convertido en el negocio más lucrativo. Sicarios matan por encargo a cambio de una módica suma. Todos los días hay invasiones de viviendas y haciendas. Todos los días hay confiscaciones de empresas. Todos los días hay despojos y ocupaciones. Reina la zozobra, sobrecoge la angustia. El desorden impera en el país.
Sin duda estos militares políticos han desprestigiado la gorra.
Reivindicar la profesión militar
Los militares tienen ante sí una tarea inaplazable: reivindicar su institución y su profesión para justificar su existencia. Lo primero: desterrar la política, porque ésta es una actividad exclusivamente civil. Por ello la nueva democracia que proclamamos deberá comenzar por la eliminación de ese partido político armado que llaman Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), que se identifica con la consigna infame de “patria, socialismo o muerte”, que no es constitucional y ni siquiera venezolana. Es una copia servil que deshonra.
Y luego reconstituir la democrática Fuerza Armada Nacional (FAN), con militares constitucionalistas que hagan carrera militar y no política. Que sean cada vez mejores militares, capaces de competir en ciencia y tecnología con sus pares extranjeros para orgullo nacional.
sábado, 29 de agosto de 2009
Uniformar el lenguaje llamando las cosas por su nombre
El travestismo político del Presidente de la República ha confundido, no sólo al pueblo, sino a sus críticos y adversarios quienes no se ponen de acuerdo sobre la naturaleza del régimen. Los socialistas de oposición lo califican de capitalismo de Estado, cuidando que el socialismo no caiga en el descrédito absoluto por su identificación con este desastre. Los que, por el contrario, aparentan ser radicales lo llaman fascismo, olvidando que éste es de derecha. Pocos lo llaman por su nombre: comunismo. Aducen que el pueblo no lo cree así, omitiendo su culpa. El que no lo crea todavía es porque no se lo han enseñado.
Esta actitud de no llamar las cosas por su nombre ha impedido adoptar un lenguaje común, imprescindible para identificar el régimen con lo que el pueblo rechaza (comunismo), que es precisamente lo que ha tratado de evitar el Presidente de la República practicando el travestismo político: simular ser lo que no es (demócrata) ocultando ser lo que es (comunista). Hay que tomar el toro por los cuernos. No importa que algunos, tal vez muchos, no se hayan convencido todavía. Corresponde a la oposición convencerlos. Y sólo puede convencer quien está convencido. Al que titubea hasta un morrocoy se le escapa.
Preguntemos a los que dudan: ¿quién es el guía supremo del Presidente de la República al cual llama papá y le consulta todos sus pasos viajando a Cuba a cada rato? Todos sabemos: Fidel Castro. ¿Y qué es Fidel? Un líder comunista confeso: porque lo confesó hace años, lo ha repetido hasta el cansancio cuantas veces ha querido y preside un régimen comunista. ¿El que tiene de guía, maestro, mentor y papá a un comunista al que adora, qué es? Comunista. No cabe duda. El refrán dice con sabiduría: dime con quién andas y te diré qué eres.
Veamos lo segundo. ¿Cuál es el sistema político-económico que el Presidente de la República nos está imponiendo por la fuerza? El que rige en Cuba. Por ello tiene de guía, maestro, mentor y papá a Fidel Castro. Y para ello ha inundado a Venezuela de comunistas cubanos, que actúan de pro-cónsules y agentes en educación, salud, identificación, extranjería, registros, notarías, elecciones, partido, leyes, fábricas, haciendas, viviendas, policías, ejército, en fin en todas partes. ¿Cómo se llama el sistema político-económico que rige en Cuba? Se llama comunismo. Si el Presidente de la República tuviese de modelo al sistema que rige en España, Francia, Portugal o Italia, aconsejándose con sus gobernantes y trayendo a miles de asesores de estos países, diríamos que nos trata de imponer el socialismo democrático o el social-cristianismo. Si tuviese de modelo al sistema que rige en Estados Unidos, aconsejándose con sus gobernantes y trayendo de asesores a miles de estadounidenses, diríamos que nos trata de imponer el liberalismo a la norteamericana. Pero como lo guía Fidel Castro y se ha traído como asesores de su gobierno a miles de comunistas cubanos, no puede caber duda de que nos está imponiendo el comunismo.
¿Y qué clase de comunismo nos está imponiendo? El comunismo a la cubana. Primero: un presidente vitalicio, que no le da oportunidad a otros. Segundo: una dirección unipersonal, con un jefe que manda y los demás obedecen. Un rey con una corte de enanos. Tercero: un gobierno de ineptos que han fracasado en todo. Cuarto: un comunismo estúpido que destruye la riqueza nacional y el aparato productivo, confiscando empresas y haciendas y eliminando progresivamente la propiedad privada.
Conclusión: el Presidente de la República es un comunista que nos está imponiendo por la fuerza el comunismo, adoptando como modelo el comunismo más estúpido conocido hasta ahora que es el cubano. Un comunismo que, durante cincuenta años, ha sido una fábrica de pobres en un país que vive de la caridad ajena, ayer la Unión Soviética y hoy Venezuela.
Esta actitud de no llamar las cosas por su nombre ha impedido adoptar un lenguaje común, imprescindible para identificar el régimen con lo que el pueblo rechaza (comunismo), que es precisamente lo que ha tratado de evitar el Presidente de la República practicando el travestismo político: simular ser lo que no es (demócrata) ocultando ser lo que es (comunista). Hay que tomar el toro por los cuernos. No importa que algunos, tal vez muchos, no se hayan convencido todavía. Corresponde a la oposición convencerlos. Y sólo puede convencer quien está convencido. Al que titubea hasta un morrocoy se le escapa.
Preguntemos a los que dudan: ¿quién es el guía supremo del Presidente de la República al cual llama papá y le consulta todos sus pasos viajando a Cuba a cada rato? Todos sabemos: Fidel Castro. ¿Y qué es Fidel? Un líder comunista confeso: porque lo confesó hace años, lo ha repetido hasta el cansancio cuantas veces ha querido y preside un régimen comunista. ¿El que tiene de guía, maestro, mentor y papá a un comunista al que adora, qué es? Comunista. No cabe duda. El refrán dice con sabiduría: dime con quién andas y te diré qué eres.
Veamos lo segundo. ¿Cuál es el sistema político-económico que el Presidente de la República nos está imponiendo por la fuerza? El que rige en Cuba. Por ello tiene de guía, maestro, mentor y papá a Fidel Castro. Y para ello ha inundado a Venezuela de comunistas cubanos, que actúan de pro-cónsules y agentes en educación, salud, identificación, extranjería, registros, notarías, elecciones, partido, leyes, fábricas, haciendas, viviendas, policías, ejército, en fin en todas partes. ¿Cómo se llama el sistema político-económico que rige en Cuba? Se llama comunismo. Si el Presidente de la República tuviese de modelo al sistema que rige en España, Francia, Portugal o Italia, aconsejándose con sus gobernantes y trayendo a miles de asesores de estos países, diríamos que nos trata de imponer el socialismo democrático o el social-cristianismo. Si tuviese de modelo al sistema que rige en Estados Unidos, aconsejándose con sus gobernantes y trayendo de asesores a miles de estadounidenses, diríamos que nos trata de imponer el liberalismo a la norteamericana. Pero como lo guía Fidel Castro y se ha traído como asesores de su gobierno a miles de comunistas cubanos, no puede caber duda de que nos está imponiendo el comunismo.
¿Y qué clase de comunismo nos está imponiendo? El comunismo a la cubana. Primero: un presidente vitalicio, que no le da oportunidad a otros. Segundo: una dirección unipersonal, con un jefe que manda y los demás obedecen. Un rey con una corte de enanos. Tercero: un gobierno de ineptos que han fracasado en todo. Cuarto: un comunismo estúpido que destruye la riqueza nacional y el aparato productivo, confiscando empresas y haciendas y eliminando progresivamente la propiedad privada.
Conclusión: el Presidente de la República es un comunista que nos está imponiendo por la fuerza el comunismo, adoptando como modelo el comunismo más estúpido conocido hasta ahora que es el cubano. Un comunismo que, durante cincuenta años, ha sido una fábrica de pobres en un país que vive de la caridad ajena, ayer la Unión Soviética y hoy Venezuela.
lunes, 17 de agosto de 2009
El sindicato OEA de presidentes ya no nos sirve
Honduras, con el derrocamiento ejemplar de uno de estos payasos ridículos que en mala hora tenemos de gobernantes para vergüenza nuestra, ha puesto en evidencia que la OEA es, en la actualidad, un sindicato de presidentes bajo el control de la Internacional Comunista de América (Foro de Sao Paulo). Como sindicato protege a sus miembros contra el patrono, que es el pueblo. No acepta el despido de ellos, así sea justificado por su corrupción, su incapacidad y sus desvaríos malsanos. Ignora y desacata las decisiones de los representantes del patrono, que son el Congreso y los tribunales, cuando no se subordinan al protegido. No los toma en cuenta. Y si éstos proceden a ejecutar el despido (caso Zelaya) sacando del cargo al infractor con el auxilio de la fuerza pública, ordenan el reenganche inmediato e incondicional del compañero sin oír alegatos de la contraparte, erigiéndose en inspectoría o tribunal del trabajo.
Los que gozan de fuero sindical
No todos los miembros del sindicato son iguales. Sólo los miembros de la Internacional Comunista de América (Foro de Sao Paulo) gozan de fuero sindical. Son inamovibles. No importa que se hayan hecho elegir y reelegir con ventajismo y fraude. No importa que hayan acabado con la democracia. No importa que violen la Constitución redactada por ellos mismos, sustituyendo el sistema económico-social. No importa que conviertan a las fuerzas armadas en un partido comunista uniformado. No importa que invadan, intervengan y confisquen empresas y haciendas. No importa que practiquen la exclusión por razones políticas. No importa que armen y financien las guerrillas que atentan contra la democracia en otros países. No importa que declaren el bloqueo económico contra sus vecinos. No importa que incurran en abusos y en ofensas contra los que disienten y los persigan excluyéndolos de cualquier forma de participación. No importa que dividan a la sociedad en bandos enemigos y fomenten el odio entre nacionales. Nada de esto importa, siempre que sean camaradas.
Por descuido e imprevisión
Lo que está sucediendo en la OEA es consecuencia del descuido e imprevisión de los demócratas de América. No vieron a tiempo el peligro real que representaba el Foro de Sao Paulo creado por Fidel Castro y por Lula da Silva en 1990 como sustituto americano de la Internacional Comunista que desapareció con la URSS. Los subestimaron y se descuidaron. No tomaron las precauciones debidas. Así se explica que hayan caído en su poder las presidencias de Brasil, Uruguay, Chile, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Nicaragua, Panamá, El Salvador, Haití, Guatemala y Venezuela. Y con dinero venezolano y negocios brasileños hayan comprado los votos de Argentina, República Dominicana y las Antillas anglófonas que forman el CARICOM. Sólo se les ha escapado hasta ahora México, Perú, Costa Rica y Honduras, que estuvieron a punto da caer en sus manos. Aparte Colombia, junto con Estados Unidos y Canadá.
Como revertir la situación
El cambio radical se producirá cuando sea eliminado el foco infeccioso que está en Venezuela, cuyo gobierno es el financista de la subversión continental contra las democracias. Con el advenimiento de la nueva democracia venezolana se derrumbará la Internacional Comunista de América, porque arrastrará a la facción beligerante que integra la banda de los Castro: Bolivia, Ecuador y Nicaragua. Y con la muerte de Fidel se precipitarán los acontecimientos en Cuba, donde la situación económico-social es insostenible.
Apenas en Venezuela se instale la nueva democracia debemos constituir la Unión Democrática de América con los partidos y movimientos político-sociales de centro, izquierda y derecha, la cual servirá de cordón sanitario de las democracias contra la Internacional Comunista (Foro de Sao Paulo), que ya perdió por elecciones la presidencia de Panamá y está próxima a perder las de Uruguay y Chile y muy probablemente para el año entrante las de Brasil y Argentina. El Caribe y los demás de Centro América vendrán por añadidura.
Pero no bastará. En la raíz del problema está el anacronismo de la OEA que ya no sirve para los desafíos de la presente época. Es una antigualla que debemos sustituir construyendo un sistema interamericano que, como el de Europa, se sostenga en la identidad ideológica y en la integración económica.
Los que gozan de fuero sindical
No todos los miembros del sindicato son iguales. Sólo los miembros de la Internacional Comunista de América (Foro de Sao Paulo) gozan de fuero sindical. Son inamovibles. No importa que se hayan hecho elegir y reelegir con ventajismo y fraude. No importa que hayan acabado con la democracia. No importa que violen la Constitución redactada por ellos mismos, sustituyendo el sistema económico-social. No importa que conviertan a las fuerzas armadas en un partido comunista uniformado. No importa que invadan, intervengan y confisquen empresas y haciendas. No importa que practiquen la exclusión por razones políticas. No importa que armen y financien las guerrillas que atentan contra la democracia en otros países. No importa que declaren el bloqueo económico contra sus vecinos. No importa que incurran en abusos y en ofensas contra los que disienten y los persigan excluyéndolos de cualquier forma de participación. No importa que dividan a la sociedad en bandos enemigos y fomenten el odio entre nacionales. Nada de esto importa, siempre que sean camaradas.
Por descuido e imprevisión
Lo que está sucediendo en la OEA es consecuencia del descuido e imprevisión de los demócratas de América. No vieron a tiempo el peligro real que representaba el Foro de Sao Paulo creado por Fidel Castro y por Lula da Silva en 1990 como sustituto americano de la Internacional Comunista que desapareció con la URSS. Los subestimaron y se descuidaron. No tomaron las precauciones debidas. Así se explica que hayan caído en su poder las presidencias de Brasil, Uruguay, Chile, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Nicaragua, Panamá, El Salvador, Haití, Guatemala y Venezuela. Y con dinero venezolano y negocios brasileños hayan comprado los votos de Argentina, República Dominicana y las Antillas anglófonas que forman el CARICOM. Sólo se les ha escapado hasta ahora México, Perú, Costa Rica y Honduras, que estuvieron a punto da caer en sus manos. Aparte Colombia, junto con Estados Unidos y Canadá.
Como revertir la situación
El cambio radical se producirá cuando sea eliminado el foco infeccioso que está en Venezuela, cuyo gobierno es el financista de la subversión continental contra las democracias. Con el advenimiento de la nueva democracia venezolana se derrumbará la Internacional Comunista de América, porque arrastrará a la facción beligerante que integra la banda de los Castro: Bolivia, Ecuador y Nicaragua. Y con la muerte de Fidel se precipitarán los acontecimientos en Cuba, donde la situación económico-social es insostenible.
Apenas en Venezuela se instale la nueva democracia debemos constituir la Unión Democrática de América con los partidos y movimientos político-sociales de centro, izquierda y derecha, la cual servirá de cordón sanitario de las democracias contra la Internacional Comunista (Foro de Sao Paulo), que ya perdió por elecciones la presidencia de Panamá y está próxima a perder las de Uruguay y Chile y muy probablemente para el año entrante las de Brasil y Argentina. El Caribe y los demás de Centro América vendrán por añadidura.
Pero no bastará. En la raíz del problema está el anacronismo de la OEA que ya no sirve para los desafíos de la presente época. Es una antigualla que debemos sustituir construyendo un sistema interamericano que, como el de Europa, se sostenga en la identidad ideológica y en la integración económica.
miércoles, 5 de agosto de 2009
Desechar la Constitución del 99, la pavosa
La transición a la nueva democracia deberá comenzar por el restablecimiento de la vigencia de la Constitución del 61. Así regresaremos al cruce de caminos donde el Presidente de la República desvió el rumbo hacia el comunismo a la cubana. Desde este sitio reiniciaremos el viaje hacia una democracia honesta y eficiente, donde todos vivamos bien, que era lo deseado y prometido.
Es de absoluta necesidad desechar la Constitución del 99 porque sobre ella recae una maldición. La maldición de millones de excluidos políticos. La maldición de centenares de miles de exiliados y emigrados. La maldición de miles de madres por la impunidad de los asesinos de sus hijos. La maldición de millones de jóvenes sin futuro, desplazados además por los cubanos. La maldición de los millones que estamos hartos.
Es la Constitución maldita, engendrada por la maldad y para la maldad, obra de mentes torcidas, parapeto montado para engañar al pueblo ocultando las intenciones siniestras de su autor. No es ley, sino trampa. No es refugio, sino jaula. No es verdad, sino mentira. La más grande y sórdida mentira.
Una Constitución malnacida
Para desecharla jurídicamente bastará alegar que la Constitución del 99 es un engendro de laboratorio. Se gestó fuera del vientre materno, que era la Constitución del 61. El 70% de los electores no aprobó la convocatoria inconstitucional de la Constituyente y, sin embargo, fue convocada. En la elección de la Constituyente se desconoció el derecho constitucional de la representación proporcional de las minorías, por lo cual el proyecto sancionado no fue el resultante de la voluntad popular. Lo confirmó el hecho de que sólo el 30% de los electores votó por su aprobación. Y, no obstante, se lo declaró aprobado.
Todo lo anterior demuestra que la Constitución es ilegítima y por ello malnacida, como lo fue la que impuso Pérez Jiménez en el 53, cuya suerte debe compartir, porque “árbol que nace torcido, nunca sus ramas endereza.”
Una Constitución prostituida
En estos diez años hemos presenciado la prostitución incestuosa de la Constitución. Ha sido su propio padre, el Presidente de la República, el que la ha violado desde que estaba en la cuna. Se ha comportado como un padre desnaturalizado. La violó cuando acabó con la separación de los poderes públicos. La violó cuando acabó con el gobierno alternativo, eternizándose en el poder. La violó cuando unió a gobierno y partido, practicando el ventajismo y el fraude más descarados de nuestra historia. La violó cuando entregó a los comunistas cubanos el gobierno del país y se sometió a las instrucciones de Fidel Castro. La violó cuando convirtió a la FAN en partido comunista armado que se identifica con el santo y seña cubano: “patria, socialismo o muerte.” La viene violando con brutalidad al ir eliminando progresivamente la propiedad privada, fomentando invasiones, ocupaciones y confiscaciones de empresas y haciendas; y con las arbitrariedades, retrecherías e impunidad de los corruptos y de los malandros. La está violando todos los días al ir sustituyendo el capitalismo popular, llamado Estado Social y Democrático de Derecho, por el comunismo a la cubana.
La Constitución del 99 es la barragana del Presidente de la República, quien la ha prostituido. Al cabo de diez años de relación incestuosa anuncia que ha decidido botarla y reunir otra Constituyente para que sus adulantes le traigan una Constitución más joven. El quiere carne fresca que le de nota para gozarla.
Una Constitución pavosa
La Constitución del 99 es pavosa. Empavó a Venezuela. Con ella pasamos a ser protectorado de Cuba. Con ella perdimos la democracia. Con ella se arruinó la economía. Con ella se desbordó la delincuencia. Con ella se acabó la moral pública y se saquea el país. Con ella vino el odio entre los venezolanos.
La nueva democracia deberá comenzar por un acto de limpieza para quitarnos de encima esta pava enterrando a la Constitución del 99, la pavosa.
Es de absoluta necesidad desechar la Constitución del 99 porque sobre ella recae una maldición. La maldición de millones de excluidos políticos. La maldición de centenares de miles de exiliados y emigrados. La maldición de miles de madres por la impunidad de los asesinos de sus hijos. La maldición de millones de jóvenes sin futuro, desplazados además por los cubanos. La maldición de los millones que estamos hartos.
Es la Constitución maldita, engendrada por la maldad y para la maldad, obra de mentes torcidas, parapeto montado para engañar al pueblo ocultando las intenciones siniestras de su autor. No es ley, sino trampa. No es refugio, sino jaula. No es verdad, sino mentira. La más grande y sórdida mentira.
Una Constitución malnacida
Para desecharla jurídicamente bastará alegar que la Constitución del 99 es un engendro de laboratorio. Se gestó fuera del vientre materno, que era la Constitución del 61. El 70% de los electores no aprobó la convocatoria inconstitucional de la Constituyente y, sin embargo, fue convocada. En la elección de la Constituyente se desconoció el derecho constitucional de la representación proporcional de las minorías, por lo cual el proyecto sancionado no fue el resultante de la voluntad popular. Lo confirmó el hecho de que sólo el 30% de los electores votó por su aprobación. Y, no obstante, se lo declaró aprobado.
Todo lo anterior demuestra que la Constitución es ilegítima y por ello malnacida, como lo fue la que impuso Pérez Jiménez en el 53, cuya suerte debe compartir, porque “árbol que nace torcido, nunca sus ramas endereza.”
Una Constitución prostituida
En estos diez años hemos presenciado la prostitución incestuosa de la Constitución. Ha sido su propio padre, el Presidente de la República, el que la ha violado desde que estaba en la cuna. Se ha comportado como un padre desnaturalizado. La violó cuando acabó con la separación de los poderes públicos. La violó cuando acabó con el gobierno alternativo, eternizándose en el poder. La violó cuando unió a gobierno y partido, practicando el ventajismo y el fraude más descarados de nuestra historia. La violó cuando entregó a los comunistas cubanos el gobierno del país y se sometió a las instrucciones de Fidel Castro. La violó cuando convirtió a la FAN en partido comunista armado que se identifica con el santo y seña cubano: “patria, socialismo o muerte.” La viene violando con brutalidad al ir eliminando progresivamente la propiedad privada, fomentando invasiones, ocupaciones y confiscaciones de empresas y haciendas; y con las arbitrariedades, retrecherías e impunidad de los corruptos y de los malandros. La está violando todos los días al ir sustituyendo el capitalismo popular, llamado Estado Social y Democrático de Derecho, por el comunismo a la cubana.
La Constitución del 99 es la barragana del Presidente de la República, quien la ha prostituido. Al cabo de diez años de relación incestuosa anuncia que ha decidido botarla y reunir otra Constituyente para que sus adulantes le traigan una Constitución más joven. El quiere carne fresca que le de nota para gozarla.
Una Constitución pavosa
La Constitución del 99 es pavosa. Empavó a Venezuela. Con ella pasamos a ser protectorado de Cuba. Con ella perdimos la democracia. Con ella se arruinó la economía. Con ella se desbordó la delincuencia. Con ella se acabó la moral pública y se saquea el país. Con ella vino el odio entre los venezolanos.
La nueva democracia deberá comenzar por un acto de limpieza para quitarnos de encima esta pava enterrando a la Constitución del 99, la pavosa.
martes, 28 de julio de 2009
Revertir el estado de autogolpe permanente
Los psicólogos llaman “proyección” al mecanismo psíquico de defensa mediante el cual el individuo proyecta fuera de sí algo que le produce ansiedad o lo hace impresentable, dirigiéndolo hacia alguien a quien se lo atribuye totalmente. Es el caso del Presidente de la República, un golpista confeso y reincidente, que con la mayor desfachatez, mientras celebra anualmente el golpe del 92 y viene ejecutando autogolpes sucesivos desde el 99, acusa de golpistas a sus adversarios para descalificarlos, pretendiendo trasladar a ellos la sanción jurídica, moral y política que él merece por sus actos. La apoteosis del descaro ha sido su actuación en el caso de Honduras, donde ha asumido el liderazgo de la constitucionalidad comportándose como el enemigo número uno de los golpistas en América. Todo un caradura.
El golpe del 92……
En la recopilación de Catalá (Golpes Militares en Venezuela 1945-1992) están los documentos probatorios de lo que se proponía hacer el Presidente de la República en el 92 de haber triunfado su alzamiento militar. Primero, prescindiendo de la Constitución, declararía, mediante decreto, “cesante la actividad del Congreso Nacional”, por lo cual diputados y senadores quedaban “despojados de tal condición”. A continuación, en otro decreto, dispondría la destitución de todos los integrantes de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de la Judicatura, y de inmediato nombraría discrecionalmente a los sustitutos. Haría lo mismo con el Fiscal, el Contralor y el Procurador. Para redondear el golpe disolvería el Consejo Supremo Electoral y las Juntas Electorales. Además declararía cesantes a las Asambleas Legislativas de los Estados y sustituiría a los Gobernadores con unos Consejos Regionales de Gobierno. También quedarían cesantes los Concejos Municipales y vacantes los cargos de Alcalde Municipal. Por último, descabezaría las sociedades intermedias inhabilitando a los directivos de “gremios sociales, sindicales, profesionales, de productores, culturales, vecinales, ecologistas, etc.” hasta tanto no hubiese elecciones internas previstas para cuatro años.
Este era el plan golpista del Presidente de la República en el 92.
… triunfó como autogolpe en el 99
Cuando derrotado se entregó a la autoridad legítima dijo que el plan golpista no se ejecutaría “por ahora”, con lo cual dejó claro que no se retractaba de ser golpista, sino que esperaba mejor ocasión para volverlo a intentar. La consiguió en el 99. Entonces dio el autogolpe, que es el dado por el jefe del Ejecutivo contra los otros poderes públicos e instituciones. Convocó la Constituyente para que, prescindiendo de la Constitución, ejecutase exactamente lo planeado en el 92: cerrar el Congreso, las Asambles Legislativas y los Concejos Municipales; intervenir el Poder Judicial; remover a los altos funcionarios nacionales, a los Gobernadores y a los Alcaldes. Y, para remate, convocó un referéndum arbitrario para inhabilitar a los dirigentes sindicales, dejando sin representación a la clase trabajadora.
Removidos los obstáculos institucionales, siguió dando autogolpes sucesivos: conversión de la FAN en partido comunista armado; entrega de Venezuela a Cuba dándole el cogobierno a Fidel Castro; y sustitución del Estado Social y Democrático de Derecho por el comunismo a la cubana. Venezuela vive en un estado de autogolpe permanente.
Pero podemos revertirlo
En 2002 Carmona copió los decretos elaborados por los golpistas para el 92. Los resumió en uno solo, pero cometió el error de ocultar la autoría intelectual. Esto dio lugar a que después el Presidente de la República, mediante el mecanismo psíquico de la proyección, trasladase a Carmona, y luego a todos sus críticos, el repudio a lo que en verdad es obra suya, satanizando su propio plan golpista del 92 ejecutado en el 99, para endosarle la culpa a quien lo había copiado.
Si en aquellas circunstancias me hubiesen pedido opinión, yo habría aconsejado revertir el estado de autogolpe permanente en que vivimos con el contragolpe más efectivo: restablecer la vigencia de la Constitución del 61, volviendo al punto de partida para enmendar el rumbo.
El golpe del 92……
En la recopilación de Catalá (Golpes Militares en Venezuela 1945-1992) están los documentos probatorios de lo que se proponía hacer el Presidente de la República en el 92 de haber triunfado su alzamiento militar. Primero, prescindiendo de la Constitución, declararía, mediante decreto, “cesante la actividad del Congreso Nacional”, por lo cual diputados y senadores quedaban “despojados de tal condición”. A continuación, en otro decreto, dispondría la destitución de todos los integrantes de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de la Judicatura, y de inmediato nombraría discrecionalmente a los sustitutos. Haría lo mismo con el Fiscal, el Contralor y el Procurador. Para redondear el golpe disolvería el Consejo Supremo Electoral y las Juntas Electorales. Además declararía cesantes a las Asambleas Legislativas de los Estados y sustituiría a los Gobernadores con unos Consejos Regionales de Gobierno. También quedarían cesantes los Concejos Municipales y vacantes los cargos de Alcalde Municipal. Por último, descabezaría las sociedades intermedias inhabilitando a los directivos de “gremios sociales, sindicales, profesionales, de productores, culturales, vecinales, ecologistas, etc.” hasta tanto no hubiese elecciones internas previstas para cuatro años.
Este era el plan golpista del Presidente de la República en el 92.
… triunfó como autogolpe en el 99
Cuando derrotado se entregó a la autoridad legítima dijo que el plan golpista no se ejecutaría “por ahora”, con lo cual dejó claro que no se retractaba de ser golpista, sino que esperaba mejor ocasión para volverlo a intentar. La consiguió en el 99. Entonces dio el autogolpe, que es el dado por el jefe del Ejecutivo contra los otros poderes públicos e instituciones. Convocó la Constituyente para que, prescindiendo de la Constitución, ejecutase exactamente lo planeado en el 92: cerrar el Congreso, las Asambles Legislativas y los Concejos Municipales; intervenir el Poder Judicial; remover a los altos funcionarios nacionales, a los Gobernadores y a los Alcaldes. Y, para remate, convocó un referéndum arbitrario para inhabilitar a los dirigentes sindicales, dejando sin representación a la clase trabajadora.
Removidos los obstáculos institucionales, siguió dando autogolpes sucesivos: conversión de la FAN en partido comunista armado; entrega de Venezuela a Cuba dándole el cogobierno a Fidel Castro; y sustitución del Estado Social y Democrático de Derecho por el comunismo a la cubana. Venezuela vive en un estado de autogolpe permanente.
Pero podemos revertirlo
En 2002 Carmona copió los decretos elaborados por los golpistas para el 92. Los resumió en uno solo, pero cometió el error de ocultar la autoría intelectual. Esto dio lugar a que después el Presidente de la República, mediante el mecanismo psíquico de la proyección, trasladase a Carmona, y luego a todos sus críticos, el repudio a lo que en verdad es obra suya, satanizando su propio plan golpista del 92 ejecutado en el 99, para endosarle la culpa a quien lo había copiado.
Si en aquellas circunstancias me hubiesen pedido opinión, yo habría aconsejado revertir el estado de autogolpe permanente en que vivimos con el contragolpe más efectivo: restablecer la vigencia de la Constitución del 61, volviendo al punto de partida para enmendar el rumbo.
sábado, 25 de julio de 2009
Una sola chispa puede incendiar la sabana
Tomo prestado el título de una obra de Mao para describir en pocas palabras las perspectivas políticas en estos momentos. Significa que una oposición anti-sistema que sirva de chispa puede propagarse rápidamente aprovechando la contradicción existente entre el régimen y la sociedad, que convertida en antagonismo sólo podrá resolverse mediante la rebelión del pueblo. Es precisamente lo que teme el régimen, por lo cual ha acentuado la represión contra los que pueden encarnar la oposición anti-sistema.
Convertir la contradicción en antagonismo
Las encuestas más favorables le atribuyen al Presidente de la República el 60% de popularidad. Al mismo tiempo, muestran que el 83% de los venezolanos está contra la implantación del comunismo imitando a Cuba, el 78% contra las violaciones a la propiedad privada y el 75% contra las expropiaciones de empresas y haciendas. Existe, por tanto, una contradicción radical entre la popularidad del Presidente de la República y el rechazo categórico de la mayoría (8 de cada 10) al proyecto político-económico que nos está imponiendo por la fuerza.
La contradicción se agrava por la censura a su gobierno: el 80% considera que la delincuencia ha empeorado, el 79% se siente afectado por la inflación, el 62% estima que la inflación es mayor que antes, el 64% piensa lo mismo respecto al narcotráfico y el 53% cree que el desempleo ha aumentado y sigue aumentando. Resulta evidente que no hay correspondencia entre la popularidad del jefe del gobierno y la impopularidad de su gobierno.
Hay, como se ve, una contradicción aguda e insostenible por más tiempo entre su popularidad y el rechazo a su proyecto, como también entre su popularidad y la desaprobación de su gobierno. Convertir la contradicción en antagonismo insalvable que mueva al pueblo contra el gobierno debe ser la tarea de la oposición. A conseguirlo en plazo breve debería estar dirigida su estrategia.
No lo puede hacer una oposición pro-sistema
La oposición, que llamamos pro-sistema, no asume el riesgo de enfrentar la realidad, de que no hay otra alternativa que transformar la contradicción entre el régimen y la sociedad en antagonismo cuyo desenlace sea la rebelión popular. Claro que por este camino todos quedarían expuestos a la persecución, la cárcel y el exilio. Es el sacrificio que se le exige al líder democrático en una dictadura comunista.
Inducida por los infiltrados la oposición pro-sistema ha optado por el camino menos riesgoso para sus dirigentes: ir ganando los espacios que le cede el régimen (gobernaciones, alcaldías y próximamente algunas diputaciones y concejalías), en un intento inútil de cohabitar con el Presidente de la República, lo que sólo es posible en una democracia. En el comunismo, aún en la etapa de construcción, es imposible la cohabitación entre gobierno y oposición. El comunismo exige sumisión y colaboracionismo. Allí está para demostrarlo el cerco al Alcalde Metropolitano de Caracas.
Esperábamos un viraje de los partidos en virtud de los últimos acontecimientos, que han convencido a más gente que no hay salida electoral. Pero en lugar de transformarse en oposición anti-sistema los partidos se han dejado arrastrar por los infiltrados para proclamar la unidad con la vista puesta en una ilusoria mayoría parlamentaria y en una todavía más ilusoria victoria en la elección presidencial. Se deduce que ésta es su verdadera intención, porque no precisan cuál es el objetivo de la unidad: cohabitar con el régimen haciéndose parte del sistema o romper para sustituirlo por una nueva democracia. Al no hacerlo menos pueden precisar la estrategia: seguir votando sin condiciones o preparar la rebelión popular que impida la conversión de Venezuela en otra Cuba, aprovechando todas las coyunturas para la movilización y la agitación.
Sólo podrá hacerlo una oposición anti-sistema
Es muy difícil que la chispa para incendiar la sabana se produzca por combustión espontánea. La chispa será la oposición anti-sistema cuando salga valientemente con la bandera de la nueva democracia.
Convertir la contradicción en antagonismo
Las encuestas más favorables le atribuyen al Presidente de la República el 60% de popularidad. Al mismo tiempo, muestran que el 83% de los venezolanos está contra la implantación del comunismo imitando a Cuba, el 78% contra las violaciones a la propiedad privada y el 75% contra las expropiaciones de empresas y haciendas. Existe, por tanto, una contradicción radical entre la popularidad del Presidente de la República y el rechazo categórico de la mayoría (8 de cada 10) al proyecto político-económico que nos está imponiendo por la fuerza.
La contradicción se agrava por la censura a su gobierno: el 80% considera que la delincuencia ha empeorado, el 79% se siente afectado por la inflación, el 62% estima que la inflación es mayor que antes, el 64% piensa lo mismo respecto al narcotráfico y el 53% cree que el desempleo ha aumentado y sigue aumentando. Resulta evidente que no hay correspondencia entre la popularidad del jefe del gobierno y la impopularidad de su gobierno.
Hay, como se ve, una contradicción aguda e insostenible por más tiempo entre su popularidad y el rechazo a su proyecto, como también entre su popularidad y la desaprobación de su gobierno. Convertir la contradicción en antagonismo insalvable que mueva al pueblo contra el gobierno debe ser la tarea de la oposición. A conseguirlo en plazo breve debería estar dirigida su estrategia.
No lo puede hacer una oposición pro-sistema
La oposición, que llamamos pro-sistema, no asume el riesgo de enfrentar la realidad, de que no hay otra alternativa que transformar la contradicción entre el régimen y la sociedad en antagonismo cuyo desenlace sea la rebelión popular. Claro que por este camino todos quedarían expuestos a la persecución, la cárcel y el exilio. Es el sacrificio que se le exige al líder democrático en una dictadura comunista.
Inducida por los infiltrados la oposición pro-sistema ha optado por el camino menos riesgoso para sus dirigentes: ir ganando los espacios que le cede el régimen (gobernaciones, alcaldías y próximamente algunas diputaciones y concejalías), en un intento inútil de cohabitar con el Presidente de la República, lo que sólo es posible en una democracia. En el comunismo, aún en la etapa de construcción, es imposible la cohabitación entre gobierno y oposición. El comunismo exige sumisión y colaboracionismo. Allí está para demostrarlo el cerco al Alcalde Metropolitano de Caracas.
Esperábamos un viraje de los partidos en virtud de los últimos acontecimientos, que han convencido a más gente que no hay salida electoral. Pero en lugar de transformarse en oposición anti-sistema los partidos se han dejado arrastrar por los infiltrados para proclamar la unidad con la vista puesta en una ilusoria mayoría parlamentaria y en una todavía más ilusoria victoria en la elección presidencial. Se deduce que ésta es su verdadera intención, porque no precisan cuál es el objetivo de la unidad: cohabitar con el régimen haciéndose parte del sistema o romper para sustituirlo por una nueva democracia. Al no hacerlo menos pueden precisar la estrategia: seguir votando sin condiciones o preparar la rebelión popular que impida la conversión de Venezuela en otra Cuba, aprovechando todas las coyunturas para la movilización y la agitación.
Sólo podrá hacerlo una oposición anti-sistema
Es muy difícil que la chispa para incendiar la sabana se produzca por combustión espontánea. La chispa será la oposición anti-sistema cuando salga valientemente con la bandera de la nueva democracia.
La estrategia frente al travestismo político
La debilidad de la revolución comunista venezolana está en el rechazo inmensamente mayoritario (8 de cada 10 venezolanos según las últimas encuestas) a la implantación del comunismo en Venezuela y a la eliminación de la propiedad privada, que son los objetivos de su proyecto de subversión del sistema político-económico establecido por la Constitución. A esta contradicción, entre el régimen comunista y la sociedad democrática, se une el descontento general por el mal gobierno (inseguridad, inflación, desempleo, pobreza, corrupción, arbitrariedad, ineficiencia). Por ello decimos que, en las actuales circunstancias, una sola chispa puede incendiar la sabana. Para evitarlo el Presidente de la República ha lanzado una ofensiva de aniquilamiento de la oposición, buscando que no quede piedra sobre piedra a fin de que no surja un liderazgo de relevo que conduzca al pueblo a la rebelión prevista en la Constitución. No obstante la historia enseña que debajo de las piedras saldrá el liderazgo de relevo en la medida en que el pueblo avance en el proceso ya iniciado de tomar conciencia sobre la naturaleza del régimen.
Un régimen travestido
Sexualmente hablando travestido es el que se viste con la ropa del sexo opuesto. En política es travestido el régimen que se presenta con el ropaje del contrario. El neo-comunismo practica el travestismo: cambia de nombre (socialismo bolivariano) y se viste de democracia para seducir a su víctima, el pueblo, ocultando su verdadera identidad y de este modo simula ser lo que no es (democracia) y esconde ser lo que es (comunismo). Maestro en el travestismo político ha sido el Presidente de la República.
La oposición pro-sistema ha fallado porque no ha adoptado, por contrapartida del travestismo de los comunistas, una estrategia dúplice: tener por objetivo la rebelión popular, único medio para desalojarlos del poder, y en función de ella explotar al máximo la parodia de democracia yendo a elecciones si fuese necesario, sólo para crear las condiciones favorables a la rebelión. No entiende o no le interesa entender que, en las actuales circunstancias, lo electoral es accesorio de lo principal, por lo cual no se excluyen sino se complementan como sucedió en el pasado (2000-2003) y lo vemos ahora mismo en Irán. Debería avergonzarle que en una nación de régimen teocrático con pena de muerte la oposición se haya atrevido a hacer lo que aquí, en un país de régimen travestido sin pena de muerte, no se ha atrevido a hacer: desconocer los resultados electorales denunciando el ventajismo y el fraude y lanzar el pueblo a la rebelión. Irán es el mayor desmentido a la excusa cobarde de evitar el derramamiento de sangre utilizada por los políticos para justificar su claudicación en la hora de las definiciones.
Volver a la estrategia exitosa del pasado
Entre los años 2000 y 2002 hubo un extraordinario auge de masas que culminó en la rebelión popular del 11-04-2002. Fue el pueblo el que derrocó al Presidente de la República obligándolo a renunciar. La rebelión se perdió por la ineptitud y torpeza de los dirigentes políticos y los jefes militares. Lo importante: rebelión y elecciones no fueron excluyentes; por el contrario, se complementaron exitosamente.
Luego el régimen infiltró la oposición. Los infiltrados impidieron que la huelga general indefinida (2002-2003) fuese subversiva como debió haber sido, desviando el objetivo a una ridiculez: pedir un referéndum consultivo. Eso era mover toda una montaña para parir un ratoncito. Fracasada la huelga, por haberse subordinado la rebelión a la salida electoral, los infiltrados lograron dividir la oposición, apartando a los anti-sistemas como Carlos Ortega, y negociaron la desmovilización del pueblo a cambio de la oferta engañosa de un revocatorio que ya estaba arreglado. A pesar del fraude los políticos aceptaron el resultado, sin mover un dedo. Fue una capitulación imperdonable que puso fin al auge de masas. He aquí la causa de la pasividad del pueblo ante el aniquilamiento de la oposición.
Esperando la chispa
El pueblo no está dormido. Está esperando el acontecimiento que encienda la chispa de la rebelión con un liderazgo de relevo.
Un régimen travestido
Sexualmente hablando travestido es el que se viste con la ropa del sexo opuesto. En política es travestido el régimen que se presenta con el ropaje del contrario. El neo-comunismo practica el travestismo: cambia de nombre (socialismo bolivariano) y se viste de democracia para seducir a su víctima, el pueblo, ocultando su verdadera identidad y de este modo simula ser lo que no es (democracia) y esconde ser lo que es (comunismo). Maestro en el travestismo político ha sido el Presidente de la República.
La oposición pro-sistema ha fallado porque no ha adoptado, por contrapartida del travestismo de los comunistas, una estrategia dúplice: tener por objetivo la rebelión popular, único medio para desalojarlos del poder, y en función de ella explotar al máximo la parodia de democracia yendo a elecciones si fuese necesario, sólo para crear las condiciones favorables a la rebelión. No entiende o no le interesa entender que, en las actuales circunstancias, lo electoral es accesorio de lo principal, por lo cual no se excluyen sino se complementan como sucedió en el pasado (2000-2003) y lo vemos ahora mismo en Irán. Debería avergonzarle que en una nación de régimen teocrático con pena de muerte la oposición se haya atrevido a hacer lo que aquí, en un país de régimen travestido sin pena de muerte, no se ha atrevido a hacer: desconocer los resultados electorales denunciando el ventajismo y el fraude y lanzar el pueblo a la rebelión. Irán es el mayor desmentido a la excusa cobarde de evitar el derramamiento de sangre utilizada por los políticos para justificar su claudicación en la hora de las definiciones.
Volver a la estrategia exitosa del pasado
Entre los años 2000 y 2002 hubo un extraordinario auge de masas que culminó en la rebelión popular del 11-04-2002. Fue el pueblo el que derrocó al Presidente de la República obligándolo a renunciar. La rebelión se perdió por la ineptitud y torpeza de los dirigentes políticos y los jefes militares. Lo importante: rebelión y elecciones no fueron excluyentes; por el contrario, se complementaron exitosamente.
Luego el régimen infiltró la oposición. Los infiltrados impidieron que la huelga general indefinida (2002-2003) fuese subversiva como debió haber sido, desviando el objetivo a una ridiculez: pedir un referéndum consultivo. Eso era mover toda una montaña para parir un ratoncito. Fracasada la huelga, por haberse subordinado la rebelión a la salida electoral, los infiltrados lograron dividir la oposición, apartando a los anti-sistemas como Carlos Ortega, y negociaron la desmovilización del pueblo a cambio de la oferta engañosa de un revocatorio que ya estaba arreglado. A pesar del fraude los políticos aceptaron el resultado, sin mover un dedo. Fue una capitulación imperdonable que puso fin al auge de masas. He aquí la causa de la pasividad del pueblo ante el aniquilamiento de la oposición.
Esperando la chispa
El pueblo no está dormido. Está esperando el acontecimiento que encienda la chispa de la rebelión con un liderazgo de relevo.
martes, 21 de julio de 2009
Medirlo con la misma vara
Para justificar constitucional y políticamente el contragolpe o rebelión que derroque al Presidente de la República, hay en Venezuela una doctrina oficial. Fue enunciada desde la cárcel por los golpistas del 92 que ahora nos gobiernan, como se puede constatar en los documentos publicados entonces y recopilados por Alberto Garrido y José Agustín Catalá. Llegados al poder oficializaron sus argumentos como doctrina de la República. Tanto así que el Comandante en Jefe de la FAN celebra el aniversario de su alzamiento militar como fecha patria, con discursos conmemorativos y desfiles marciales.
A esta doctrina oficial debe tenérsela como la interpretación auténtica de los Arts. 333-350 de la Constitución, puesto que el golpista mayor fue su redactor. Su enunciado es el siguiente: todos tenemos, no sólo el derecho, sino el deber patriótico de dar el contragolpe o colaborar activamente con la rebelión, cuando se den, entre otras, estas circunstancias:
1.- Cuando el gobierno “haya devenido en una dictadura que, como tal, se arrogue todos los poderes del Estado”.
Este hecho tipifica el “autogolpe” presidencial. Se consuma cuando el Presidente de la República, valiéndose de la fuerza militar, de una Constituyente supra-constitucional (o sea, fuera de la Constitución) o de cualquier otro artificio o leguleyería, somete y sojuzga a los demás poderes públicos, sustituyendo a sus titulares legítimos por otros nuevos que le son subalternos o despojándolos de sus atribuciones.
2.- Cuando el Presidente de la República “escoge a su conveniencia a los que van a integrar el Congreso, pues la selección se hace en base a la docilidad y obediencia del futuro legislador a la voluntad del Presidente”.
Evidentemente la sumisión del Poder Legislativo al Presidente de la República arrastra a todos los demás poderes públicos nacionales, a cuyos titulares elige.
Por ello todo autogolpe presidencial comienza por apoderarse del Congreso (ahora Asamblea), para convertirlo en apéndice del gobierno y a los diputados en amanuenses para quienes “el dedo del jefe es el dedo del pueblo”.
3.- Cuando el gobierno “viola de manera diaria y sistemática la Constitución y las leyes que juró cumplir y hacer cumplir”.
La violación diaria y sistemática de la Constitución y las leyes sólo ocurre impunemente cuando el Presidente de la República ha dado previamente un “autogolpe” sometiendo a los demás poderes públicos. En este caso las vías institucionales están cerradas porque los órganos de control le están subordinados. Se impone el contragolpe, según la doctrina oficial.
Sirvan de ejemplo de violaciones diarias y sistemáticas: la sustitución del Estado Democrático de pluralismo político por el Estado Socialista de pensamiento único; la sustitución del Estado Social con sindicatos libres, contratación colectiva, no discriminación en el trabajo y derecho de huelga, por el Socialismo de Estado con sindicatos oficialistas o patronales, negación a discutir las condiciones de trabajo, exclusión de los que reivindican su independencia calificándolos de odiosos enemigos de la revolución y amenazas a los huelguistas con tenerlos de enemigos personales del Presidente de la República; sustitución del Estado de Derecho que respeta la propiedad privada por el Estado de Anarquía con invasiones, ocupaciones, intervenciones y confiscaciones de haciendas y empresas y desbordamiento impune de la delincuencia.
4.- Cuando se politiza a la Fuerza Armada, se corrompe a los altos mandos, se asciende a los oficiales por adhesión a un partido político y se los emplea en labores reñidas con su función profesional. Y cuando se desiste o renuncia a las reclamaciones territoriales de la República .
Esta es copia fiel y exacta de la doctrina oficial sobre rebelión cívico-militar o contragolpe. Comprendo que a su autor lo inquiete el que algunos decidan medirlo con la misma vara con que él midió a Pérez.
A esta doctrina oficial debe tenérsela como la interpretación auténtica de los Arts. 333-350 de la Constitución, puesto que el golpista mayor fue su redactor. Su enunciado es el siguiente: todos tenemos, no sólo el derecho, sino el deber patriótico de dar el contragolpe o colaborar activamente con la rebelión, cuando se den, entre otras, estas circunstancias:
1.- Cuando el gobierno “haya devenido en una dictadura que, como tal, se arrogue todos los poderes del Estado”.
Este hecho tipifica el “autogolpe” presidencial. Se consuma cuando el Presidente de la República, valiéndose de la fuerza militar, de una Constituyente supra-constitucional (o sea, fuera de la Constitución) o de cualquier otro artificio o leguleyería, somete y sojuzga a los demás poderes públicos, sustituyendo a sus titulares legítimos por otros nuevos que le son subalternos o despojándolos de sus atribuciones.
2.- Cuando el Presidente de la República “escoge a su conveniencia a los que van a integrar el Congreso, pues la selección se hace en base a la docilidad y obediencia del futuro legislador a la voluntad del Presidente”.
Evidentemente la sumisión del Poder Legislativo al Presidente de la República arrastra a todos los demás poderes públicos nacionales, a cuyos titulares elige.
Por ello todo autogolpe presidencial comienza por apoderarse del Congreso (ahora Asamblea), para convertirlo en apéndice del gobierno y a los diputados en amanuenses para quienes “el dedo del jefe es el dedo del pueblo”.
3.- Cuando el gobierno “viola de manera diaria y sistemática la Constitución y las leyes que juró cumplir y hacer cumplir”.
La violación diaria y sistemática de la Constitución y las leyes sólo ocurre impunemente cuando el Presidente de la República ha dado previamente un “autogolpe” sometiendo a los demás poderes públicos. En este caso las vías institucionales están cerradas porque los órganos de control le están subordinados. Se impone el contragolpe, según la doctrina oficial.
Sirvan de ejemplo de violaciones diarias y sistemáticas: la sustitución del Estado Democrático de pluralismo político por el Estado Socialista de pensamiento único; la sustitución del Estado Social con sindicatos libres, contratación colectiva, no discriminación en el trabajo y derecho de huelga, por el Socialismo de Estado con sindicatos oficialistas o patronales, negación a discutir las condiciones de trabajo, exclusión de los que reivindican su independencia calificándolos de odiosos enemigos de la revolución y amenazas a los huelguistas con tenerlos de enemigos personales del Presidente de la República; sustitución del Estado de Derecho que respeta la propiedad privada por el Estado de Anarquía con invasiones, ocupaciones, intervenciones y confiscaciones de haciendas y empresas y desbordamiento impune de la delincuencia.
4.- Cuando se politiza a la Fuerza Armada, se corrompe a los altos mandos, se asciende a los oficiales por adhesión a un partido político y se los emplea en labores reñidas con su función profesional. Y cuando se desiste o renuncia a las reclamaciones territoriales de la República .
Esta es copia fiel y exacta de la doctrina oficial sobre rebelión cívico-militar o contragolpe. Comprendo que a su autor lo inquiete el que algunos decidan medirlo con la misma vara con que él midió a Pérez.
martes, 14 de julio de 2009
Honduras inició la rebelión contra la banda de los Castro
¿Hubo golpe en Honduras? No. Lo que ocurrió fue que los hondureños, civiles y militares, escarmentados por lo que nos pasó a los venezolanos, decidieron cortar por lo sano cumpliendo el deber que le impone la Constitución a todos los ciudadanos de desconocer la autoridad de quien la viole y colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia. Se trata de un acto constitucional de fuerza, de policía constitucional, a que se recurre, agotadas o cerradas las vías institucionales, por la urgencia que los hechos demandan de darle una solución impostergable a un conflicto insostenible por más tiempo, suscitado por un Presidente de la República insurrecto contra la Constitución (Arts. 333-350 en Venezuela).
¿Porqué entonces la OEA condenó los hechos calificándolos de Golpe de Estado? Porque la banda de los Castro llamada ALBA, viendo frustrado en Honduras su plan de destruir la democracia desde adentro, apeló a la solidaridad de sus socios de la Internacional Comunista de América (Foro de Sao Paulo) y se valió de la dependencia petrolera de las Antillas (Petro-Caribe). Con esta mayoría chantajeó a otros (Perú, Colombia y México) que se vieron apabullados por el entreguismo de Estados Unidos, que era el obligado a ejercer su influencia de gran potencia democrática. Obama ha hecho el papel de Chamberlain ante Hitler, sacrificando a un país pequeño y pobre al que ha dejado solo ante el enemigo. No ha aprendido la lección de la historia. La banda de los Castro vendrá por más ensoberbecida por la pasividad de Chamberlain-Obama.
¿Porqué el apuro de la banda de los Castro? Porque les urge convocar la Constituyente para acabar con la democracia hondureña antes de que sea electo un nuevo presidente en noviembre próximo, con lo cual les sería imposible consumar la maniobra.
Los hondureños aprendieron de nuestros errores.
¿Cuáles errores? Los que cometieron magistrados y políticos en 1999. Los magistrados consintieron la convocatoria de una Constituyente, que era inconstitucional, cuando debieron exigir el trámite de una reforma constitucional previa que obligaba al consenso. De nada les valió complacer a Chávez porque igual barrió con ellos. Viéndose en este espejo los magistrados hondureños valientemente decidieron declarar la inconstitucionalidad.
Luego los congresistas se entregaron cobardemente cuando Chávez se lanzó por calle del medio con una Constituyente “supra-constitucional” en contra de la sentencia de la Corte. Los congresistas hondureños, por el contrario, enfrentaron al Presidente de la República y lo destituyeron.
Si magistrados y congresistas venezolanos hubiesen enfrentado a Chávez, sin temer a sus turbas, declarando la inconstitucionalidad de la convocatoria de la Constituyente por no estar prevista en la Constitución, no estuviésemos viviendo esta pesadilla.
Los hondureños nos han dado una lección
¿Cuál lección? Una de derecho constitucional: cómo aplicar los Arts. 333 y 350 de la Constitución cuando el Presidente de la República está alzado contra ella, sin detenerse en nada y atropellando todo lo que se le oponga.
¿Que la OEA condenaría a los que lo hagan? No hay problema. Lo más que puede hacer es suspender la afiliación, que para nada sirve. ¿Que habría un embargo contra Venezuela? Es imposible. Estados Unidos, las Antillas, Centro América y gran parte de Sur América necesitan el petróleo venezolano. Está probado que con petróleo no hay gobierno extranjero que se resista. Hasta Cuba se voltearía. Esto lo hemos aprendido del “petro-imperialismo” del Presidente de la República.
Es muy probable que la pequeña y pobre Honduras caiga sacrificada por Chamberlain-Obama en su política de hacer la paz con el enemigo cediéndole países democráticos. Pero el solo hecho de haber iniciado la rebelión continental contra la banda de los Castro la ha convertido en el símbolo de nuestra lucha por una nueva democracia. Es ahora ejemplo para toda América Latina.
¿Porqué entonces la OEA condenó los hechos calificándolos de Golpe de Estado? Porque la banda de los Castro llamada ALBA, viendo frustrado en Honduras su plan de destruir la democracia desde adentro, apeló a la solidaridad de sus socios de la Internacional Comunista de América (Foro de Sao Paulo) y se valió de la dependencia petrolera de las Antillas (Petro-Caribe). Con esta mayoría chantajeó a otros (Perú, Colombia y México) que se vieron apabullados por el entreguismo de Estados Unidos, que era el obligado a ejercer su influencia de gran potencia democrática. Obama ha hecho el papel de Chamberlain ante Hitler, sacrificando a un país pequeño y pobre al que ha dejado solo ante el enemigo. No ha aprendido la lección de la historia. La banda de los Castro vendrá por más ensoberbecida por la pasividad de Chamberlain-Obama.
¿Porqué el apuro de la banda de los Castro? Porque les urge convocar la Constituyente para acabar con la democracia hondureña antes de que sea electo un nuevo presidente en noviembre próximo, con lo cual les sería imposible consumar la maniobra.
Los hondureños aprendieron de nuestros errores.
¿Cuáles errores? Los que cometieron magistrados y políticos en 1999. Los magistrados consintieron la convocatoria de una Constituyente, que era inconstitucional, cuando debieron exigir el trámite de una reforma constitucional previa que obligaba al consenso. De nada les valió complacer a Chávez porque igual barrió con ellos. Viéndose en este espejo los magistrados hondureños valientemente decidieron declarar la inconstitucionalidad.
Luego los congresistas se entregaron cobardemente cuando Chávez se lanzó por calle del medio con una Constituyente “supra-constitucional” en contra de la sentencia de la Corte. Los congresistas hondureños, por el contrario, enfrentaron al Presidente de la República y lo destituyeron.
Si magistrados y congresistas venezolanos hubiesen enfrentado a Chávez, sin temer a sus turbas, declarando la inconstitucionalidad de la convocatoria de la Constituyente por no estar prevista en la Constitución, no estuviésemos viviendo esta pesadilla.
Los hondureños nos han dado una lección
¿Cuál lección? Una de derecho constitucional: cómo aplicar los Arts. 333 y 350 de la Constitución cuando el Presidente de la República está alzado contra ella, sin detenerse en nada y atropellando todo lo que se le oponga.
¿Que la OEA condenaría a los que lo hagan? No hay problema. Lo más que puede hacer es suspender la afiliación, que para nada sirve. ¿Que habría un embargo contra Venezuela? Es imposible. Estados Unidos, las Antillas, Centro América y gran parte de Sur América necesitan el petróleo venezolano. Está probado que con petróleo no hay gobierno extranjero que se resista. Hasta Cuba se voltearía. Esto lo hemos aprendido del “petro-imperialismo” del Presidente de la República.
Es muy probable que la pequeña y pobre Honduras caiga sacrificada por Chamberlain-Obama en su política de hacer la paz con el enemigo cediéndole países democráticos. Pero el solo hecho de haber iniciado la rebelión continental contra la banda de los Castro la ha convertido en el símbolo de nuestra lucha por una nueva democracia. Es ahora ejemplo para toda América Latina.
Todo autogolpe da derecho al contragolpe
El caso de Honduras ilustra sobre la oportunidad para cumplir con el deber constitucional de rebelarse a fin de restablecer la vigencia de la Constitución cuando un Presidente de la República se alza contra ella, más aún si obedece a un proyecto comunista de dominación continental como el que viene ejecutando la banda de los Castro.
¿Qué es y porqué se crea la banda de los Castro?
A causa del desprestigio del comunismo a escala mundial y del castro-comunismo a nivel regional, Fidel Castro decidió cambiar de estrategia. Primero disfrazó con el nombre neutro de Foro de Sao Paulo a la Internacional Comunista de América que creó. Luego preparó a su hijo político para que, con el antifaz de demócrata, ganara las elecciones en Venezuela y, desde la presidencia, dinamitara la democracia. La fórmula resultó tan buena que todos los hijos de Fidel la han copiado uniéndose para formar la banda de los Castro (ALBA)
¿Cuál es la fórmula usada por la banda para dinamitar la democracia?
Convocar una Constituyente declarándola “supra-constitucional” para que, con el pretexto de refundar la República, disuelva todas las instituciones civiles y así poder ejecutar sin obstáculos institucionales el proyecto político, que es la implantación del comunismo. En resumen: dar un autogolpe.
¿Qué es un autogolpe?
Es el golpe de Estado que da el Presidente de la República contra los demás poderes públicos. Tradicionalmente el autogolpe se daba usando a los militares. En Venezuela el hijo de Fidel optó por una Constituyente que hiciese lo mismo que hacían antes los militares. Este fue el primer autogolpe, que estuvo dirigido contra las instituciones civiles.
El segundo autogolpe destruyó la institucionalidad militar, convirtiendo a la FAN en un partido comunista armado, cuyo santo y seña es: “patria, socialismo o muerte”, algo monstruosamente inconstitucional. El tercer autogolpe fue contra la independencia de Venezuela al someterla al cogobierno de los Castro, quienes dirigen la política interior y exterior. Ahora está en marcha el cuarto autogolpe, esta vez contra la sociedad, sustituyendo descarada e impunemente el sistema económico establecido por la Constitución, que es el capitalismo popular llamado Estado Social y Democrático de Derecho, por el comunismo a la cubana. En consecuencia, ha habido desde el 99 una sucesión de autogolpes de ejecución continuada. Lo que se oculta es que todo autogolpe da derecho al contragolpe.
¿Qué es el contragolpe?
Es el nombre vulgar de la rebelión contra el Presidente de la República que ha dado un autogolpe, máxime si es de ejecución continuada. El derecho de rebelión es un derecho reconocido a los pueblos frente a gobernantes de origen ilegítimo (no democrático) o que teniendo origen legítimo (democrático) han devenido en ilegítimos durante su ejercicio, que autoriza la desobediencia civil y el uso de la fuerza con el fin de derrocarlos y reemplazarlos por gobiernos que posean legitimidad (Wikipedia). Según la Constitución, este derecho se convierte en deber de civiles y militares en ambas circunstancias (Arts. 333-350). La razón está en que el autogolpe viola la Constitución, mientras el contragolpe restablece su vigencia e imperio, por lo cual obliga.
¿Cuándo procede la rebelión o contragolpe?
Primero cuando se han agotado las vías institucionales para impedir o detener el autogolpe del Presidente de la República, sin resultado alguno. Fue lo que pasó en Honduras.
También procede cuando están cerradas las vías institucionales para restablecer la vigencia de la Constitución por haberse consumado el autogolpe. Sólo queda entonces, como recurso extremo, el empleo de la fuerza.
El derecho-deber de rebelión se ejecuta como un acto de policía constitucional que requiere el concurso o participación de militares. No es un golpe militar, sino un contragolpe constitucional.
¿Qué es y porqué se crea la banda de los Castro?
A causa del desprestigio del comunismo a escala mundial y del castro-comunismo a nivel regional, Fidel Castro decidió cambiar de estrategia. Primero disfrazó con el nombre neutro de Foro de Sao Paulo a la Internacional Comunista de América que creó. Luego preparó a su hijo político para que, con el antifaz de demócrata, ganara las elecciones en Venezuela y, desde la presidencia, dinamitara la democracia. La fórmula resultó tan buena que todos los hijos de Fidel la han copiado uniéndose para formar la banda de los Castro (ALBA)
¿Cuál es la fórmula usada por la banda para dinamitar la democracia?
Convocar una Constituyente declarándola “supra-constitucional” para que, con el pretexto de refundar la República, disuelva todas las instituciones civiles y así poder ejecutar sin obstáculos institucionales el proyecto político, que es la implantación del comunismo. En resumen: dar un autogolpe.
¿Qué es un autogolpe?
Es el golpe de Estado que da el Presidente de la República contra los demás poderes públicos. Tradicionalmente el autogolpe se daba usando a los militares. En Venezuela el hijo de Fidel optó por una Constituyente que hiciese lo mismo que hacían antes los militares. Este fue el primer autogolpe, que estuvo dirigido contra las instituciones civiles.
El segundo autogolpe destruyó la institucionalidad militar, convirtiendo a la FAN en un partido comunista armado, cuyo santo y seña es: “patria, socialismo o muerte”, algo monstruosamente inconstitucional. El tercer autogolpe fue contra la independencia de Venezuela al someterla al cogobierno de los Castro, quienes dirigen la política interior y exterior. Ahora está en marcha el cuarto autogolpe, esta vez contra la sociedad, sustituyendo descarada e impunemente el sistema económico establecido por la Constitución, que es el capitalismo popular llamado Estado Social y Democrático de Derecho, por el comunismo a la cubana. En consecuencia, ha habido desde el 99 una sucesión de autogolpes de ejecución continuada. Lo que se oculta es que todo autogolpe da derecho al contragolpe.
¿Qué es el contragolpe?
Es el nombre vulgar de la rebelión contra el Presidente de la República que ha dado un autogolpe, máxime si es de ejecución continuada. El derecho de rebelión es un derecho reconocido a los pueblos frente a gobernantes de origen ilegítimo (no democrático) o que teniendo origen legítimo (democrático) han devenido en ilegítimos durante su ejercicio, que autoriza la desobediencia civil y el uso de la fuerza con el fin de derrocarlos y reemplazarlos por gobiernos que posean legitimidad (Wikipedia). Según la Constitución, este derecho se convierte en deber de civiles y militares en ambas circunstancias (Arts. 333-350). La razón está en que el autogolpe viola la Constitución, mientras el contragolpe restablece su vigencia e imperio, por lo cual obliga.
¿Cuándo procede la rebelión o contragolpe?
Primero cuando se han agotado las vías institucionales para impedir o detener el autogolpe del Presidente de la República, sin resultado alguno. Fue lo que pasó en Honduras.
También procede cuando están cerradas las vías institucionales para restablecer la vigencia de la Constitución por haberse consumado el autogolpe. Sólo queda entonces, como recurso extremo, el empleo de la fuerza.
El derecho-deber de rebelión se ejecuta como un acto de policía constitucional que requiere el concurso o participación de militares. No es un golpe militar, sino un contragolpe constitucional.
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